Aterciopelados incendió el Mérida Fest

Por David Rico

Aterciopelados incendió el escenario del #MéridaFest, con la humildad y sencillez de un grupo con 35 años de carrera que sigue sonando, en la voz de Andrea Echeverri, como en sus inicios, no solo en calidad, sino en la contundencia y compromiso social que les caracteriza.

Cientos de personas disfrutaron de los clásicos de Aterciopelados, así como las canciones de su más reciente álbum. Fue un viaje inigualable, por canciones para sufrir y disfrutar, como Maligno o Rompecabezas.

Ahí estaba la gente gritando “Eres el hacha que astilló toda mi vida” o “Y es que fueron, fueron tus abrazos, que como sablazos me hicieron pedazos”.

No podían faltar Baracutana, que prendió la fiesta, o Bolero Falaz con la que se cerró magistralmente el concierto. “Estoy hasta la coronilla, tú no eres mi media costilla, ni la octava maravilla”.

Pero otras rolas como Florecita Rockera, El Estuche o la Ciudad de la Furia también hicieron vibrar a la concurrencia. Fue una excelsa actuación, magistral y comprometida, no solo por la música, sino por el llamado a salir a las calles a manifestarse, porque “otro mundo es posible” y también para romper con los estereotipos, al ritmo de “amo mis tetas”, “amo mi culo”, o “mira la esencia, no las apariencias” de la canción El Estuche.

No se podía pedir más, los colombianos cumplieron con todas las expectativas y más, agradaron al público y dieron todo de sí. El rock, el punk, el baile, los ritmos colombianos y hasta el tributo a Juan Gabriel con He venido a pedirte perdón, se hicieron presentes en los festejos por la fundación de #Mérida.

Desde luego reconocer a Echeverri que a sus 57 años brinca y vuela por el escenario, su voz como en las canciones de estudio de hace 30 años, toda llena de carisma y carácter. Y también a Héctor Buitrago, en el bajo y con 59 años, su compañero y uno de los genios creativos, junto con ella.