Opiniones

El 10 de mayo o la reafirmación de los roles de género

Por Alejandra Vargas

Mérida, Yucatán, 10 mayo de 2024.- Durante casi tres años me ha tocado hacer notas previas acerca de cuál es la intención de compra de las y los yucatecos para el Día de las Madres; he hablado con los vendedores de las tiendas más visitadas, Coppel, Elektra, Gran Chapur, y comercios más pequeños del centro. Durante los tres años la respuesta ha sido la misma, para festejar a la “reina del hogar” la opción es regalarle algo que le facilite el trabajo de casa.

‘Algo que le facilite el trabajo en casa’. Ya desde ahí algo me brincó. Sondeando con los mismos vendedores me comentaban que este es un comportamiento generalizado del 10 de mayo, porque para el Día del Padre la tendencia es otra, pues a papá se le regalan cosas para disfrute de él, no de uso general, ni que le ‘faciliten el trabajo en casa’.

Entonces, ¿es realmente el 10 de mayo una fecha para festejar a mamá? ¿Qué nos hace pensar que regalarle una estufa o una lavadora la hace más feliz? Y en esto último hay que tener cuidado en lo que respondemos, porque va a quedar de manifiesto que tan interiorizados tenemos los roles tradicionales de género.

Y es que, creo, de aquí parte todo, y, venga, no estoy diciendo que le regalen estos artículos porque crean que debe atenderlos, o quizá sí, quizá inconscientemente (guiño) sí creemos eso; creemos que comprarle esas cosas las hace felices porque les facilita hacer las tareas del hogar, lo cual, por cierto, nos hace felices a nosotros.

Entonces, no le regalamos la lavadora para que la disfrute ella (obvio), sino para que le sea más fácil lavar la ropa de todos los integrantes de la casa, o por lo menos del esposo, y no se ustedes, pero no veo el disfrute en eso.

Otra cosa que me dijeron los vendedores, y me pareció bastante fuerte, es que no solo es la familia quien elige comprar estos aparatos para el hogar, si llevan a la mamá a elegir ellas siempre van a inclinarse por algo para la casa.

Esto solo reafirma que los roles tradicionales de género no solo se dan por sentado por los demás, sino que las mujeres los tenemos tan interiorizados que, aun pudiendo elegir algo para nosotras, preferimos sacrificarnos por el bien común; digo TENEMOS porque así es, unas en mayor o menor medida dependiendo del contexto y la educación, pero existe.

Alguien me decía, “sí, es que hay mamás que prefieren que les compren una estufa porque la que tiene ya está vieja y la necesitan, pero es su decisión, nadie las obliga”.

De entrada, no sé porque hay que esperar a que sea 10 de mayo para comprar algo que es necesario para todos y que es parte fundamental de una casa; ni siquiera debería estar entre las opciones de regalo para mamá, a menos que sea uso exclusivo de ella, de lo contrario no es un regalo, solo es comprar algo que se necesita en casa.

No se trata de satanizar el 10 de mayo ni mucho menos, pero sí creo que debemos replantearnos este tema de los regalos, lo que significan y el mensaje que enviamos con ellos.

Me parece que regalar estufas, lavadoras, aspiradoras, planchas, licuadoras etc, en el Día de las Madres, es igual a decir que la maternidad y las mujeres que maternan, solo son personas que están en casa haciendo estos deberes que nos facilitan la vida a los demás, y que en nuestra infinita misericordia les compramos las herramientas para que lo puedan seguir haciendo, pero mejor.

Por cierto, las reinas ni lavan, ni planchan, ni nada que les signifique un desgaste físico; “eres la reina de la casa y por eso te compro esta lavadora para que puedas lavar más ropa” tres pesitos de congruencia y de madre por favor.

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