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En vez de criticar, intentemos aprender y conocer a las personas con TEA

Por David Rico

Mérida, Yucatán, 02 abril 2022.- “Como sociedad en vez de criticar todo, por qué mejor no intentamos aprender y conocer más sobre nosotros mismos, sobre las personas con Trastorno del Espectro Autista”, expuso Renata Pérez Zamudio, una chica con TEA que ayer encabezó la marcha que se llevó a cabo en Paseo Montejo.

Un importante número de personas participó en la marcha que se llevó a cabo del Remate de Paseo Montejo al Monumento a la Patria, con el objetivo de generar conciencia sobre el autismo.

En el evento tomó la palabra Renata Pérez Zamudio, más conocida como Reni, quien fue diagnosticada con autismo a los seis años y hoy es una chica funcional, a tal grado que es ejemplo para muchos padres de familia de niños con autismo.

La marcha se llevó a cabo en simultáneo en varias ciudades de México, incluyendo Mérida, como parte de la campaña BTS y Army por el autismo.

“En mis primeros años tuve un desarrollo normal hasta que me diagnosticaron a la edad de seis años, y desde ahí comenzamos una aventura mi mamá y yo”, expuso.

Renata narró que a la edad de ocho años deseaba lo que toda persona con autismo desea: “ser normal, quería tener muchos amigos y un lugar al cual pertenecer, me preocupaba por lo que los demás pensaran de mí, y empecé a cambiar para adaptarme a ellos, me volví su reflejo, dejé de ver la Galaxia para ver el vacío, me olvidé de mí misma y llegué a odiar el hecho de ser diferente”.

“Viví con ese odio hasta la edad de 20 años, me refugié en la música y en la escritura, mis letras se convirtieron en poemas, mis poemas se convirtieron en canciones y mis canciones se convirtieron en cuentos”, señaló.

Agregó que en aquel entonces a casa llegar que iba le cerraban las puertas, pero ella misma era  llave para abrirle la puertas a alguien más.

“No tenía una voz, mis sueños los hacían menos y perdí mis esperanzas en mis objetivos, dejé que la misma sociedad me los hiciera pedazos, pensaba que jamás había logrado nada en mi vida, pero estaba equivocada, porque cada lugar que pisaba yo dejaba una huella”.

“En la primaria en la que estudie fui la primera niña con TEA, en una escuela en donde estaba estudiando enfermería y me sacaron por miedo a que yo fuera a “matar” a alguien. Al año se abrió un programa de apoyo para las personas con discapacidad que quisieran aprender primeros auxilios, logré ayudar a un niño con mi misma condición que es la luz de mi vida”, expuso.

Renata dijo que avanzó aplicando las mismas técnicas que usaban con ella sus maestros,  psicólogos, pero su más grande logro fue avanzar y evolucionar como persona con TEA.

“Pasar de un nivel dos a un nivel uno. Actualmente estoy estudiando la carrera de asistencia educativa porque me di cuenta que mi pasión son los niños”, dijo.

“Logré amarme y aceptarme, porque me di cuenta que ser diferente no tiene nada de malo. Nosotros crecemos con el dicho la sociedad no se tiene que adaptar a ti, tú te tienes que adaptar a ella”, agregó.

“Yo les invito a que alcemos la voz por todas las personas que no tienen una, para que hagamos el cambio, jamás aparentemos para pertenecer a la sociedad seamos simplemente nosotros mismos”, finalizó.

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