Exigen detener la violencia de género en la Preparatoria Uno
Por Cecilia Abreu
“NO ESTAMOS CELEBRANDO, ESTAMOS RESISTIENDO”.
Con esa frase iniciaron su manifestación las alumnas de la Preparatoria Uno hoy, alrededor de las 12:30, en la entrada de su escuela para exigir que la violencia de género se acabe en su institución educativa.
“Nos unimos en un solo grito a la lucha que se vive en todo el país para exigir y reafirmar nuestros derechos: seguridad, justicia, salud y libertad”, levantó la voz una de las manifestantes al leer el pronunciamiento.
Su exigencia, visibilizaron, es ser escuchadas por sus compañeros, maestros y todo el personal de la escuela de cualquier mando, pero también “este mensaje es para el Gobernador, Mauricio Vila, para el rector, José de Jesús Williams, y para la dirección de la escuela Preparatoria Uno”.
En su institución, lamentaron, han sido víctimas de violencia de género, violencia digital e institucional y han vivido revictimización por todas ellas; “hemos sido hostigadas, acosadas, insultadas y violentadas, también hemos sido víctimas del mismo patriarcado, machismo y misoginia por parte de maestros, compañeros, amigos, parejas y personal administrativo”.
“Queremos que quede claro el día de hoy: YA NO MÁS. Ya no tendrán la comodidad de nuestro silencio”.
Ni perdonarán ni olvidarán a quienes han sido agresores, incluyendo a la preparatoria que ha sido cómplice con su silencio, exhibieron; luego de esto, nombraron a algunas de las mujeres víctimas de feminicidio, gritando después de cada nombre “no se nos olvida”.
Tuvieron también micrófono abierto para denuncias públicas y tendedero de denuncias; con el micrófono en mano, una de las exalumnas contó cómo ella fue víctima de acoso en diversas ocasiones en la escuela, sin que hicieran más que ver a la cara a sus agresores y aceptar que le pidieran disculpas forzadas.
La expreparatoriana lamentó que el protocolo no fuera útil para las víctimas, pues en su caso tres veces se atrevió a acudir a él y en las tres ocasiones el proceder fue el mismo: llevarle a su agresor, hacer que lo mire a los ojos y obligarlo a pedirle disculpas, luego darle entre tres y cuatro sesiones de terapia, sin más consecuencias.
En su caso, denunció a la preparatoria que a ella y a sus compañeras les estaba diciendo “putas” y las acosaban en diversos momentos, esa fue su primera denuncia; la segunda fue porque recibió amenazas por medio de redes sociales, amenazándola con violarla y la tercera fue porque el mismo hombre que la había acosado de forma virtual, lo hizo de frente, en ambas ocasiones la UADY procedió de la misma forma, la hicieron ver a la cara a su agresor y aceptar que le pidiera disculpas y luego él tomara máximo cuatro sesiones de terapia.
Tras esto, las estudiantes decidieron hacer un tendedero de denuncias y “los prefectos que actualmente siguen acá rompieron el tendedero a la hora que lo colgamos y los nombres que estaban ahí no recibieron ningún castigo, es más, todas las consecuencias las vivimos mis amigas y yo, mediante amenazas, gritos y los directivos diciéndonos que estábamos mintiendo, que no teníamos pruebas y que por qué no usábamos el protocolo…”.
“Hoy más que nunca les quiero recordar y pedir que exijan por sus derechos, que le exijan a la UADY y a la Prepa Uno que no nos vuelva a tratar así”.