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Juez libera detenidxs y exhibe al Gobierno

En audiencias que se llevaron por separado Sebastián N. y Sofía N. fueron puestos en libertad inmediata y se decretó que su detención del pasado 22 de marzo fue ilegal, mientras que también se decretó libertad para Andreu N. y Dafne N., aunque a ellos se les imputaron varios delitos, pero llevarán a cabo el proceso con medidas cautelares diferentes a la prisión.

En el caso de la primera audiencia, el Juez calificó de “un desafortunado operativo aplicado de manera deficiente” y “una muestra de arbitrariedad, pues no se justificaba la intervención de la policía” en la magnitud que se llevó a cabo. Además, exhibió múltiples contradicciones e inconsistencias en la acusación de la Fiscalía General del Estado.

Por DRV

Mérida, Yucatán, 25 marzo de 2023.- En audiencias que se llevaron a cabo por separado en el Centro de Justicia Oral de Mérida, los cuatro detenidos luego de la marcha por Sitilpech fueron liberados. En el caso de Sebastián N. y Sofía N. fueron puestos en libertad inmediata y se decretó que su detención del pasado 22 de marzo fue ilegal.

También se decretó libertad para Andreu N. y Dafne N., aunque a ellos se les imputaron varios delitos, aunque ambos llevarán a cabo el proceso con medidas cautelares diferentes a la prisión. En el primer caso se le imputaron los delitos de portación de armas o herramientas prohibidas, desobediencia y resistencia, así como agresiones a servidores públicos. En el caso de Dafne se le imputaron los delitos de desobediencia y resistencia, así como agresiones a servidores públicos.

En la audiencia inicial para determinar si Sebastián N. y Sofía N. el juez Santos May Tinal decretó que la detención fue ilegal y ordenó la inmediata liberación de los detenidos. Señaló no contar con los datos de prueba suficientes que validaran como cierto el informe homologado de la Policía, así como exhibió un buen número de contradicciones e imprecisiones.

El Juez calificó de “un desafortunado operativo aplicado de manera deficiente” y “una muestra de arbitrariedad, pues no se justificaba la intervención de la policía”, en la magnitud que se llevó a cabo.

Al inicio de la audiencia, la representante de la Fiscalía General del Estado solicitó que se decretara legal detención, por los probables delitos de lesiones y ataques peligrosos a un funcionario público, en el caso de Sebastián N. y lesiones contra servidor público en el caso de Sofía N. Sin embargo, en el transcurso de la audiencia se evidenciaron múltiples irregularidades, contradicciones e inconsistencias en la acusación.

Una de las principales inconsistencias fue la hora de la detención pues si bien se mencionó en el informe homologado que se realizó a las 20.30 horas, en varias ocasiones la representante de la Fiscalía señaló las 22.30, además de que en el Registro Nacional de Detenciones se consignó que la detención fue a las 21:30, lo que la funcionaria señaló que se debió a un error de dedo. Además, fueron presentados ante el Ministerio Público hasta pasada la 01:00 AM del día siguiente.

La versión de la Fiscalía fue que Sebastián N. y Sofía N. se encontraban discutiendo en la vía pública, en la calle 61 x 53 y 51, alrededor de las 20.17 horas y que se agredían verbalmente, por lo que se acercó la policía y les preguntó si todo estaba bien, entonces fueron agredidos verbalmente, y que, de manera repentina, Sebastián N. golpeó a uno de los elementos con un caracol.

Pero resulta ser que el caracol desapareció, no se encontró ni se presentó dentro de la evidencia. Además, en el informe se expuso que los policías vestidos de civil no les leyeron sus derechos al momento de la detención porque había alrededor de 30 personas que los amenazaban y tuvieron que huir, porque los amenazaban y jalaban de los chalecos.

Además, la acusación contra Sofía N. fue que intervino también y que empujó a una mujer policía, también vestida de civil y que ésta se torció un tobillo, con un esguince de primer grado.

A petición de la defensa se exhibió un video que mostró que no había tales 30 personas y el juez exhibió, también, que no portaban chalecos porque todos estaban vestidos de civil.

El juez destacó, como lo expuso antes la Fiscalía, que derivado de las manifestaciones la Policía Estatal activó un “Código Rojo”, por lo que se pidió que todas las unidades llegaran al centro, porque a los policías los estaban amenazando con latas de pintura.

Otro hecho grave señalado, además de que no se les leyeron sus derechos a los detenidos, contraviniendo sus derechos humanos, es que se consignó que a las 8.30 cada uno fue subido a un vehículo distinto y se les colocaron esposas y que se les leyeron sus derechos. Sin embargo, la defensa hizo notar que la misma persona, un oficial, leyó al mismo tiempo sus derechos, a cada uno, en diferentes autos y en el mismo momento, es decir, que estuvo en dos lugares distintos al mismo tiempo.

Al definir que fue ilegal la detención, el juez May Tinal destacó que todo momento los derechos se deben garantizar, como es la libre manifestación, además de un correcto acceso a la justicia que no existió en este caso.

Hizo notar que el preámbulo de la detención se hizo por una discusión entre los dos acusados, lo que, supuestamente, ameritó la intervención de seis agentes, lo que, dijo, “no se justifica la intervención física”.

También, puso en entredicho la versión de que “de repente” Sebastián N. golpeó con un caracol (que desapareció), de los que se usan para hacer ceremonias prehispánicas, a un oficial de la policía. En este sentido también cuestionó la capacidad del oficial, que debería estar preparado para este tipo de intervenciones.

“Yo creo que más bien se trató de un desafortunado operativo aplicado de manera deficiente y vimos una muestra de arbitrariedad y no se justifica la intervención de los agentes policiacos”.

Reiteró el hecho de que los policías iban vestidos de civil, que nunca se vio al grupo de 30 personas que los amenazaban, que no había nadie con chalecos y otro distintivo, lo que llama la atención, porque los elementos policiacos habían sido llamados para responder a un “Código Rojo”, para contención, por lo cual debían haber llegado equipados y, por lo cual, todos deberían estar identificados.

De la supuesta agresión a un oficial, que, se dijo, sufrió una lesión de dos centímetros en la cabeza, se desconoce el paradero del caracol o si éste existió, por lo que “es discutible si existe o no el objeto”. “Si no existe el caracol no podemos saber como fue la agresión”, dijo.

Así, dijo que no existían datos de prueba para validar lo que se puso en el informe policiaco, por lo que declaró ilegal la detención y decretó la inmediata liberación de las dos personas acusadas.

Llamó la atención que, aun cuando ya había decretado la inmediata liberación, la representante de la Fiscalía General del Estado pidió que se llevara a cabo la audiencia de imputación, pero más tarde se desistió cuando el Juez le señaló las consecuencias de la petición.

Andreu N. y Danfe N. libres, pero imputados

Dafne N. y Andreu N. fueron dejados en libertad también, pero estarán con medidas cautelares diferentes a la prisión, por lo que se mantendrán en libertad, decretó la jueza Diana Yadira Garrido Colonia.

La Fiscalía General del Estado solicitó la vinculación a proceso y para tal efecto se realizará una audiencia de vinculación el próximo 29 de marzo.

En el caso de Andreu N. los delitos de los que se le acusan son por portación de armas e instrumentos prohibidos, desobediencia y resistencia, así como agresiones a servidores públicos. Dafne N. es acusada de desobediencia y resistencia, así como agresiones a servidores públicos.

Según la versión de los hechos, de la Fiscalía, es que, derivado del “Código Rojo”, por la gente que se estaba manifestando y que amenazaba con pintar diferentes edificios públicos. Que los elementos de la policía se acercaron a ellos en la calle 52 x 53 y que entonces fueron agredidos por los dos acusados.

Que Andreu N. sacó un arma punzocortante, intentado lastimar a un agente, en tanto que Dafne N. utilizó un par de latas de pintura como proyectiles contra otros dos elementos de la policía.

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