La esquina de “La Socorrito” nunca olvidará a Pedro Infante
Por David Rico
Mérida, Yucatán, 15 abril de 2022.- El 15 de abril de 1957 el avión que transportaba a Pedro Infante Cruz cayó de manera trágica en los terrenos donde hoy se encuentra la conocida tienda “La Socorrito”, en la calle 87 x 54 en el centro de Mérida, y desde entonces esa esquina nunca olvidará a “Pepe el Toro”.
Hoy, como hace 65 años, el lugar es referencia obligada para acudir a homenajear al “Ídolo de Guamúchil”. Año con año, a excepción del tiempo que se suspendió por la pandemia, la gente de Mérida llega para cantar, reír, llorar, para recordar. Hay mariachis, música, y desde luego no faltaron las tradicionales tortas de cochinita pibil.
En este sitio perdió la vida el “Ídolo de México”, así como el capitán Víctor M. Vidal, el mecánico Marciano Bautista, los tres tripulantes de la nave, así como Ruth Rosell Chan y el niño Baltazar Martín Cruz, estos últimos vecinos de la zona, además de que resultaron heridos con quemaduras otros vecinos cercanos, como lo señala una placa colocada en el lugar, debajo del busto de Pedro Infante.
En aquel momento la escena fue dantesca, según las narraciones e información que se tiene, y según se ha mencionado los cuerpos de Pedro Infante y sus acompañantes no se lograron rescatar completos.
Una gran cantidad de pedazos de la aeronave quedaron en el lugar por muchos años. Luis Canto García, uno de los vecinos de la zona y organizador de los festejos, señaló que, incluso en el domicilio donde está la tiendita por muchos años usaron láminas y demás pedazos de metal del avión para diversos usos, pero con los años fueron desapareciendo. Hoy día sólo mantiene un pedazo de 20 centímetros del avión que le donó un vecino.
Hace algunos años tuvo una hélice, pero señaló que ésta era de un vecino y la devolvió, hasta que otro le donó el pedazo de metal perteneciente a la aeronave que fue un avión de guerra y en ese momento pertenecía a la empresa Tamsa de Pedro Infante.
Fue en 1945 la primera vez que Pedro Infante estuvo en Mérida, en la Plaza de Toros, para actuar. Desde entonces se enamoró de la ciudad, de su gente y se volvió parte del pueblo que todavía lo recuerda por su sencillez, por su don de gente, por su generosidad, por sus aventuras en motocicleta.
Mucha gente piensa que la escultura de Pedro Infante, que en 1976 se colocó en la “Cuchilla de las cinco esquinas” del sur de Mérida, marca el lugar donde cayó el avión aquel fatídico 15 de abril de 1957 en que murió el “Ídolo de Guamúchil”, pero no es así porque la figura en la que se levanta sobre caballo, vestido de charro y con un premio Ariel en la mano, está, por azares del destino, a varias cuadras del sitio del accidente.
Algunas versiones se han intentado dar para justificar que el monumento se haya colocado en la calle 62, donde confluyen las calles 87, 89 y 91, al sur de la ciudad, pero lo cierto es que al final se colocó ahí porque en el lugar donde cayó el avión no fue posible colocarla. Por diversas razones, algunas de ellas relacionadas con que el predio donde se registró el accidente pertenecía a varias personas y según versiones el terreno estaba intestado, de tal forma que se le buscó otro sitio.
Hay varios factores que arraigan a Pedro Infante con el sureste de México y en particular con Mérida, a donde llegó en 1945 para actuar en la Plaza de Toros y hay quienes todavía lo recuerdan partiendo plaza a caballo, en un gran cartel de toreros de los de aquella época.
Se casó en Mérida con Irma Dorantes e hizo de la casa ubicada en la Avenida Itzáes, hoy hotel, su morada. Fue uno de los fundadores del Motoclub de Mérida y era lo común verlo andar en su Harley Davidson. También aquí cumplió con las horas de vuelo requeridas para ser piloto. Se integró a una ciudad que ama la música y la gente lo adoptó.
Tuvo los hangares de la aerolínea Transportes Aéreos Mexicanos (TAMSA), de la cual era socio, en lo que hoy es la Base Aérea Militar. Dicen los que saben de tema que era común verlo caminando en la calle, o paseando en moto, y cual más se le acercaba y a todos ayudaba porque se dice que era generoso y amplio de bolsillo.