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Mérida y el último vuelo de Pedro Infante

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 15 abril de 2023.- El 15 de abril de 1957 el avión que transportaba a Pedro Infante Cruz cayó de manera trágica en los terrenos de la conocida tienda “La Socorrito” de Mérida y desde entonces esa esquina nunca olvidará a “Pepe el Toro”, por lo que hoy no faltará el festejo para a uno de los grandes ídolos de México.

Un día como hoy, hace 66 años, cayó el avión en el patio del predio ubicado en la esquina de las calles 54 con 87, accidente que causó la muerte de Pedro Infante, en el lugar sigue funcionando la tienda “La Socorrito”, sitió que se ha vuelto una referencia obligada para acudir a homenajear al “Ídolo de Guamúchil”.

Desde 1945 que fue la primera vez que Pedro Infante estuvo en Mérida, en la Plaza de Toros, para actuar, se enamoró de la ciudad, de su gente y se volvió parte del pueblo que todavía lo recuerda por su sencillez, por su don de gente, por su generosidad, por sus aventuras en motocicleta.

Hay gente que decidió nunca olvidar a Pedro Infante Cruz en todo el país y el mundo, pero la gente de Mérida le guarda un cariño especial hasta la fecha. Porque llegó y sencillo como era se integró al pueblo y lo mismo podía convivir con la gente de la clase alta como con la gente del pueblo y ahí están todas las personas que tienen anécdotas sobre la sencillez y la generosidad que poseía el “Ídolo de México”, a pesar de ser la estrella máxima del momento en todo el Continente.

 Muchos son los factores que arraigan a Pedro Infante con el sureste de México y en particular con Mérida, a donde llegó en 1945 para actuar en la Plaza de Toros y hay quienes todavía lo recuerdan partiendo plaza a caballo, en un gran cartel de toreros de los de aquella época.

Se casó en Mérida con Irma Dorantes e hizo de la casa ubicada en la Avenida Itzáes, hoy hotel, su morada. Fue uno de los fundadores del Motoclub de Mérida y era lo común verlo andar en su Harley Davidson. También aquí cumplió con las horas de vuelo requeridas para ser piloto. Se integró a una ciudad que ama la música y la gente lo adoptó.

Tuvo los hangares de la aerolínea Transportes Aéreos Mexicanos (TAMSA), de la cual era socio, en lo que hoy es la Base Aérea Militar. Dicen los que saben de tema que era común verlo caminando en la calle, o paseando en moto, y cual más se le acercaba y a todos ayudaba porque se dice que era generoso y amplio de bolsillo.

En los terrenos de la tienda La Socorrito perdió la vida Pepe el Toro, así como el capitán Víctor M. Vidal, el mecánico Marciano Bautista, los tres tripulantes de la nave, así como Ruth Rosell Chan y el niño Baltazar Martín Cruz, estos últimos vecinos de la zona, además de que resultaron heridos con quemaduras otros vecinos cercanos, como lo señala una placa colocada en el lugar, debajo del busto de Pedro Infante.

Fue una mañana amarga que cambió la vida de los mexicanos, pero en particular de los meridanos y de los habitantes de esa zona, como ha comentado Luis Canto, quien señala que ha llegado a la conclusión de que los días posteriores al accidente prácticamente llegaron al lugar todos los habitantes de Mérida de aquel entonces pues la ciudad era mucho más pequeña.

En aquel momento la escena fue dantesca, según las narraciones e información que se tiene, y según se ha mencionado los cuerpos de Pedro Infante y sus acompañantes no se lograron rescatar completos.

Una gran cantidad de pedazos de la aeronave quedó en el lugar por muchos años. Luis Canto, de la tienda La Socorrito recuerda que incluso en el domicilio donde está la tiendita por muchos años usaron láminas y demás pedazos de metal del avión para diversos usos, pero con los años fueron desapareciendo. Hoy día sólo mantiene un pedazo de 20 centímetros del avión que le donó un vecino.

Hace algunos años tuvo una hélice, pero señaló que ésta era de un vecino y la devolvió, hasta que otro le donó el pedazo de metal perteneciente a la aeronave que fue un avión de guerra y en ese momento pertenecía a la empresa Tamsa de Pedro Infante.

Desde hace 30 años se lleva a cabo el festejo del aniversario luctuoso en la zona, solo se suspendió debido a la pandemia. Hace cinco años las autoridades municipales del momento inauguraron un parque que se habilitó frente a la tienda “La Socorrito”.

La tienda se llama todavía como se llamaba en esa época, en 1957, cuando cayó el avión en el lugar. Desde entonces la gente siguió volviendo a visitar este lugar que prácticamente se ha convertido en un santuario.

Se ha llegado a la conclusión de que la nave se habría desplomado en forma vertical, cayendo directamente en los terrenos del predio que medía unos 65 x 70 metros.

Al festejo, además de miles de personas, han llegado parientes cercanos de Pedro Infante, como sus hijas Lupita Infante Torrentera e Irma Infante.

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