Se mudaron a Mérida en busca de un retiro digno, pero perdieron la tranquilidad
Para cuidar a su esposa a tiempo completo, adquirieron una casa en Mérida, pero se la entregaron defectuosa
Por Cecilia Abreu
Joseph Keith Elster y Katherine se mudaron a la ciudad de Mérida para vivir un retiro digno, debido al Alzheimer de ella y su necesidad de cuidados a tiempo completo y optaron por la llamada ciudad blanca para esto; sin embargo, todo dio un giro inesperado cuando invirtieron sus ahorros para una vivienda que fue entregada a destiempo y en malas condiciones.
Lo único que quiere Joseph es poder dejar el trabajo, pues luego más de 40 años laborando, su esposa necesita de sus cuidados, ya que debido a la enfermedad que ella padece, ya no puede usar el baño sola, entrar o salir del vehículo sin ayuda, vestirse sola y otras tareas por más sencillas.
Después de una breve visita a Mérida en enero de 2021, regresaron a su casa en Rogers Arkansas, vendieron todas sus pertenencias y el 1 de abril de 2021 comenzaron el viaje hacia Mérida Yucatán, en la búsqueda de su sueño de adquirir una vivienda y retirarse, especialmente para cuidarla a ella.
Pero ahora lidian con una constructora que no atiende las problemáticas de la casa con desperfectos que le entregaron y abogados que no le informan sobre el curso de su proceso legal; “vinimos a Mérida para relajarnos, disfrutar de la vida y ayudar a la gente de Mérida de cualquier manera posible”, sin que esto sea posible hasta ahora.
Joseph recuerda que el problema inició cuando buscaron en línea y encontraron una casa en Las Acacias, desde allí, entregaron el depósito en la fase de preventa para la adquisición de su vivienda, esperando que iniciaran la construcción con ello.
Tras varias reuniones con el agente inmobiliario, “empezaron a suceder cosas que generaron muchas preguntas”, así, comenzó a cuestionarlo; pero el agente, “decidió que estaba haciendo demasiadas preguntas y se negó a vendernos la casa”.
Aunque les devolvió el dinero que habían invertido, Joseph lamenta que esto ocasionó que vivieran en un espacio muy pequeño y él y su esposa Katherine se quedaran sin vivienda permanente. Tiempo después comenzaron a rentar un espacio más grande, pero también inició su búsqueda por adquirir finalmente la vivienda que esperaban desde el principio.Así, llegaron a Mabella, antes de iniciar cualquier proceso de compra-venta, tuvieron una reunión en donde Joseph les narró, con el abogado de la inmobiliaria presente, todo lo que había ocurrido anteriormente, haciéndoles saber que no querían pasar de nuevo por la misma situación.
Les aseguraron que no pasaría y pagaron el primer depósito por su añorada casa… “El problema fue, ha sido y sigue siendo… que nada de lo que sale de la boca del constructor (M.P.G.B.V), o de su hijo (M.B.R)… ¡se puede creer!”, lamentó.
Le han inflado precios en artículos adicionales, los cuales ha tenido que corregir; le han incumplido las fechas de entrega de la casa-habitación y, además, han encontrado desperfectos en la vivienda.
La fecha de entrega era el 1 de junio de 2022. “Llegó el 1 de junio y tomamos fotos, no firmamos ningún papel y nos dijeron que estaba completo, pero había muchos elementos sin terminar y muchos elementos de mala calidad”.
“Luego comenzamos a notar más y más problemas, junto con más y más mentiras. Los artículos que habíamos comprado para instalar en el hogar se hicieron así, ¡pero toda la documentación de los artículos se tiró a la basura! Cuando se instaló el fregadero de la cocina… ¡estaba cubierto de óxido, por lo mal que lo habían guardado!”, abundó.
Además, cuando quisieron pintar una franja azul al frente de la casa, le dijeron que no era posible porque iba contra las reglas de la privada; misma situación —con otras modificaciones— que más tarde se enteró que también estaban viviendo otras personas allí, aunque nadie les había hablado de las reglas antes.
El 1 de julio, luego de varios incidentes durante el mes, pudieron realizar su mudanza; pero no contaban con medidor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) —sí tenían energía—, a pesar de que pagaron 5 mil pesos por ello.
Y luego de que Joseph les reclamó por esto, uno de los dos constructores (M.B.R.), se enojó y le gritó obscenidades en la puerta de su hogar (situación que grabó).
“Dentro de 3 horas a partir de entonces, no teníamos energía. Miramos la caja y los cables habían sido removidos. El hijo dice que no tuvo nada que ver con eso, pero sucedió, ¡justo cuando dijo que algo sucedería!”.
Esto conllevo la pérdida de un estimado de 200 pesos en alimentos y que tuvieran que encontrar otro sitio para vivir mientras solucionaban la situación.
“Nuestra hija y nuestros nietos vinieron a visitarnos y tuvimos que alquilar una casa grande para poder pasar tiempo con ellos, ya que no podíamos vivir en nuestra casa totalmente pagada”.
Seis semanas más tarde, se reunieron con abogados para realizar el contrato nuevamente, corrigiendo ciertos detalles previos y exigiendo cobrar la penalización por la entrega a destiempo de su hogar.
“Aproximadamente 2 meses después, tuvimos que contratar a un abogado para presentar un caso en su contra. Al día de hoy, no tengo idea de dónde está el caso, pero no tengo fe en el sistema mexicano, si se permite que estas personas continúen con sus mentiras y fraudes”.
Esto, pues, aunque cuentan con una denuncia en el Ministerio Público desde meses atrás, no ha habido ningún avance. En el proceso, lograron que su vecina —quien vivía los mismos problemas— declarara con su abogado; tras lo cual la amenazaron diciéndole que si quería que le corrigieran los desperfectos de su vivienda, no debía unirse a la demanda de Joseph.
“A día de hoy, no sabemos nada. Realmente nada del abogado en cuanto al estado de la denuncia. Lo último que nos dijo el 15 de mayo fue ‘Estamos gestionando que el caso lo turnen al sistema de conciliación, para tratar de negociar con Mabella’”.
Mientras tanto, “hemos gastado dinero para reemplazar todos los enchufes eléctricos, porque incluso el electricista del constructor en ese momento no podía insertar y quitar un enchufe de 3 clavijas debido a la mala calidad utilizada. También tuvimos que comprar pintura interior nueva como la pintura utilizada por el constructor, lavada con un paño húmedo”.
Entre esas y otras reparaciones, además del pago de su vivienda, los gastos han ascendido a más de 150 mil pesos adicionales. Y su exigencia es: “¡Queremos aquello por lo que pagamos!”.
Casi 2 millones de pesos invirtieron en una propiedad que, asegura, no cuenta con las condiciones óptimas, sino que tiene una mano de obra mal hecha y materiales sin calidad.
Pero también “me gustaría recibir un reembolso por la parte de mano de obra de la reparación del techo. Pagaré por los materiales, ya que compramos materiales de calidad para asegurar una vida más larga de la propiedad”.
Otra de sus peticiones es que le hagan el pago de la penalización por la entrega de su hogar a destiempo.