Género y Derechos Humanos

“Ya no somos invisibles”: Colocarán placa conmemorativa al Primer Congreso Feminista de México

Por Cecilia Abreu

“Para nosotras es un gran logro que después de 106 años, por fin se va a poner una placa donde indique que el Teatro José Peón Contreras fue el recinto del Primer Congreso Feminista de México, el segundo de América Latina”.

Liliana Hernández Santibáñez, mejor conocida como Liliana HeSant en el mundo artístico, fundadora de Corriendo con Lobas, laboratorio escénico, destacó que este hecho tiene relevancia histórica, pues comienza a hacer visibles a las mujeres en el espacio público, este 8 de marzo realizarán la colocación a las 19 horas en el Teatro Peón Contreras.

“La idea no es nada más que esta placa suceda, sino que pongan más”, por lo menos 10 placas han considerado para visibilizar el paso de las mujeres por la historia; aunque aún no saben cuál será la siguiente, lo que sí tienen muy claro es cuáles serán, entre ellas: el edificio de la Siempreviva, la casa en donde vivió Rita Cetina Gutiérrez, el barrio de la Mejorada como un espacio donde se reunían las congresistas.

Sobre Mejorada, apuntó, “a nivel histórico tiene una importancia impresionante y es una falta de respeto que haya un monumento a los niños héroes […] Ahí debía estar un monumento a las maestras”.

Estas 10 placas, espera, sean el transcurso de este año o, a más tardar, el siguiente; “es una iniciativa ciudadana, apartidista, plural, de mujeres que nos organizamos desde distintas profesiones, distintos intereses, pero con la fuerte convicción de que es necesario y posible escribir nuestra historia en presente”.

“Nosotras podemos seguir recuperando la historia de otras mujeres y que esto sirva como impulso para que en otros territorios las mujeres se organicen y puedan hacer estos reconocimientos en el espacio público”.

El Estado no es quien coloca una placa, enfatizó, sino las mujeres organizadas para que desde el espacio público puedan dar a conocer la lucha que ha estado presente desde hace siglos, lo cual también puede informar a turistas en la entidad.

¿Cómo lograron este reconocimiento?

Desde Caminantes hacia el Encuentro, uno de sus proyectos, con el cual realizan recorridos urbanos en la ciudad recordando lugares con importancia para las mujeres como la Primera Escuela de Niñas y la revista Siempreviva, hasta llegar al Primer Congreso Feminista; surgieron investigaciones en el espacio público.

Sus investigaciones, cada vez más, la llevaron a reflexionar “lo lamentable y doloroso que es que no hay nada, un monumento a las maestras, nada que indique el edificio de la Siempreviva, en el Peón Contreras no había nada del Congreso y yo decía: ¿qué pasa con la representatividad?”.

Desde su perspectiva, el poder simbólico que tiene la representación para el cuerpo de las mujeres no debía dejarse a un lado por más tiempo; pues ella misma creció viendo monumentos a hombres como Venustiano Carranza y otros, pero fue hasta hace poco que comenzaron a haber hacia mujeres, como la Malinche, Leona Vicario, La Mestiza.

Con todas estas inquietudes y aún cuestionándose por qué no hay un monumento hacia las maestras en el Parque de la Mejorada, acudió con ciertas funcionarias para emitirles sus investigaciones y la importancia de crear este tipo de representaciones que recuerden la historia de las mujeres.

Al darse cuenta de que no hubo respuesta suficiente, descubrió que el camino es desde la organización civil de mujeres y fue así como se sumaron, Amelia Ojeda de UNASSE, Cindy Santos, Martha Ruíz y Jimena de los Santos de la contingencia Siempreviva y a Silvia Káter, compañera escénica.

Con su grupo armado para tener reuniones vía virtual en la pandemia, comenzaron toda la planeación que las llevaría hasta su actual logro: la colocación de una placa conmemorativa del Primer Congreso Feminista.

Silvia Káter y ella, Liliana HeSant, comenzaron a fundamentar por qué culturalmente es importante el reconocimiento, destacando que la historia desde la escena puede contarse de una forma más amena, pero también que “las cifras no son equitativas, hay más directores de teatro; cuando la realidad es que hay todo un peso del cuerpo del trabajo que recae en las mujeres para que las producciones sucedan”.

Por otro lado, en la contingencia Siempreviva se hicieron cargo de la historia y literatura, así como la genealogía de las congresistas, resaltando que tiene que seguirse y también incluir a otras mujeres y rostros. “Si no hubiera sido por otras mujeres que les interesa la vida de mujeres, se va perdiendo poco a poco”.

Amelia Ojeda y Cindy Santos, aportaron con la parte legal, subrayando que es un derecho humano el reconocimiento de la lucha de las mujeres en el espacio público, “porque eso genera representatividad, eso genera un poder simbólico en el cuerpo de las mujeres y un poder simbólico en la historia”.

Todo este sustento, lo documentaron y enviaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a inicios de septiembre del año pasado y recibieron respuesta ese mismo mes, aceptando la propuesta “y así empezó este camino”.

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