CulturaGénero y Derechos Humanos

Aterciopelados, música de resistencia, deconstrucción y contra la hipersexualización del cuerpo

Por David Rico

Si algo hay que reconocer a la banda colombiana Aterciopelados, además de su indiscutible calidad, la sencillez y personalidad con que salta al escenario, es que todo en ellos es subversivo, crítico, como la estética misma de Andrea Echeverri y los múltiples artefactos que usa para brindarse en el escenario.

Ahí está el símbolo de Venus convertido en sombrero, al igual que unas tetas para cantar “amo mis tetas” y dejar en claro que se debe amar al cuerpo, a pesar de la celulitis, del culo caído, de que la vejez nos hay alcanzado, o el instrumento en forma de útero.

En entrevista con Líneas Emergentes Andrea Echeverri expuso que hoy día, en la lucha por los derechos de la mujer, hay muchos espacios más que antes en los que se está hablando, pero la banda, desde hace muchos años emprendió esa lucha y sigue en resistencia.

“Canciones como Cosita Seria que es de 1996 hablan de lo mismo, como del respeto a la mujer, de bajar todos esos estereotipos, tanto el femenino como el del patriarcado”, dijo.

La música de Aterciopelados, comentó, ha tratado de contribuir a este cambio social, con canciones como Cosita Seria, Nada que Ver, o El Estuche, o también canciones de su más reciente producción como Anti Diva u otra que se llama Piernas.

“Todo el tiempo ha sido una lucha contra el estereotipo, la hipersexualización, el uso del cuerpo femenino como anzuelo comercial, porque hay todo un engranaje capitalista patriarcal horrible”; expuso.

“La música de Aterciopelados es una música de resistencia, de deconstrucción del cuerpo, porque como desde que escribí El Estuche ya decíamos ‘Mira la esencia, no las apariencias’; todo el tiempo es como que lo importante es lo de adentro”, mencionó.

Lamentablemente, dijo que el mundo, al parecer, se aleja cada vez más de ello y cada vez importan más las apariencias.

“Por eso la canción de Anti Diva está muy chévere y hay juegos con los vestuarios y toda una propuesta femenina diferente, más natural, en contra de todo este andamiaje alrededor del cuerpo de la mujer y del capitalismo patriarcal”, mencionó.

Subir al escenario, cada vez, desde hace 35 años, es una forma de mantenerse resistiendo, comentó Echeverri.

“Ahí estamos, cada vez que uno se sube al escenario, cada vez que se inventa una canción nueva, que hace un video, estamos resistiendo, porque como que toda la información que estás mandando no cuadra mucho con lo que ahora se ve todo el tiempo, en lo que ahora se usa; esa es la manera de resistir, siendo lo que uno es”, dijo.

“Y también haciendo canciones de volverse viejo, que sé yo, porque en medio del estereotipo está esta cosa también de la juventud eterna, pues la pelea es como ser lo que se es, y uno se va volviendo viejo. Héctor (Buitrago) tiene una canción que dice ‘llenos de canas, pero con muchas ganas’. Y llegamos a este punto con todas las ganas llenos de canas”, agregó.

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