Género y Derechos Humanos

Bertha Elena Munguía Gil recibirá la Medalla “Rosa Torre González”

La activista recibirá el reconocimiento que entrega el Ayuntamiento de Mérida por una destacada labor y trayectoria de más de 40 años de incansable labor social y compromiso ético con la justicia, la equidad y la transformación de las condiciones de vida de las mujeres.

Por David Rico

Mérida, Yucatán, 29 mayo de 2025.- En sesión de Cabildo celebrada hoy se aprobó por unanimidad entregar a la maestra Bertha Elena Munguía Gil la Medalla “Rosa Torre González”, en reconocimiento a su destacada labor y trayectoria en el ámbito de la defensa de los derechos de las mujeres.

De igual forma, se aprobó que la entrega de la presea será el 22 de julio y que la galardonada intervendrá en la sesión como oradora invitada. Originalmente, se planteó que la entrega sería el 18 del citado mes, pero por cuestiones de agenda del propio ayuntamiento y de la recipiendaria se hizo el ajuste.

La propuesta fue hecha por la asociación Ciencia Social Alternativa Kookay, y apoyada por otras organizaciones y activistas, en reconocimiento a su vasta trayectoria profesional, su incansable labor social, y su compromiso ético con la justicia, la equidad y la transformación de las condiciones de vida de las mujeres.

Se menciona en la propuesta que se hizo que, a lo largo de más de cuarenta años de ejercicio profesional, Bertha Elena ha conjugado su formación como contadora pública con una profunda vocación social y una inquebrantable perspectiva feminista, posicionándose como una figura clave en múltiples iniciativas comunitarias, académicas y de incidencia política.

Desde los años ochenta, su trabajo se ha centrado en poblaciones en condiciones de alta vulnerabilidad: mujeres, personas refugiadas, comunidades indígenas, mujeres víctimas de violencia, organizaciones sociales de base y colectivos feministas.

En su paso por el Comité Cristiano para Refugiados, en la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, desempeñó una labor integral con la población guatemalteca refugiada, promoviendo no sólo la defensa de sus derechos humanos, sino procesos de organización, capacitación y autosuficiencia. Su liderazgo permitió la creación de más de 30 cooperativas lidereadas por mujeres, el impulso de proyectos productivos, granjas comunitarias, molinos de nixtamal y talleres de costura, siempre acompañando con formación en género, derechos humanos y contabilidad popular.

A lo largo de su vida profesional, ha ocupado roles fundamentales como coordinadora, formadora, asesora, investigadora y activista, participando en programas de gran impacto como el Diplomado en Modelos de Prevención, Atención y Sanción de la Violencia contra las Mujeres, impartido en ocho estados de la República Mexicana, con el respaldo de instituciones como CIESAS y CONAVIM.

Su capacidad para transmitir conocimiento desde la práctica, y su profundo entendimiento de la realidad de las mujeres en contextos diversos, la han convertido en un referente formativo para funcionariado, académicas, estudiantes y organizaciones sociales.

Además, su participación en espacios clave de incidencia política, como el Colectivo de Mujeres en Red y su rol como co-solicitante de la Alerta de Violencia de Género para Yucatán, demuestran su voluntad constante de generar cambios estructurales y exigir el cumplimiento de los derechos fundamentales de las mujeres.

Su liderazgo también ha estado presente en iniciativas de memoria histórica y pensamiento crítico, como la coordinación del Primer Ciclo de Debates Feministas en Zaragoza, España, o la conmemoración del Centenario del Primer Congreso Feminista de México (1916-2016), un esfuerzo que vinculó pasado y presente para visibilizar los logros y desafíos del movimiento feminista mexicano.

Bertha Elena Munguia, pertenece al Consejo Municipal de la Mujer y es alguien que no ha buscado protagonismos personales, sino que ha dedicado su vida a trabajar desde lo colectivo, desde la raíz, acompañando procesos de resistencia, reconstrucción y fortalecimiento comunitario.

Su ética, su constancia, y su mirada crítica pero profundamente esperanzadora, la han hecho sostener durante más de cuatro décadas una labor transformadora que ha dejado huella en cientos de comunidades y en miles de personas.

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