Celestún: el refugio donde el pepino de mar quiere volver a latir
Con apoyo de la tecnología, la ciencia y sobre todo de la comunidad, la Zona de Refugio Pesquero de Celestún trabaja en un proyecto de repoblamiento de una de las especies más devastadas: el pepino de mar.
Por David Rico
La captura desmedida del pepino de mar, provocada en gran parte por la pesca ilegal, llevó a la devastación de esta especie en la Península de Yucatán; el daño fue tal que, en algún momento, prácticamente ya no había nada que pescar y, en respuesta, en 2013 el gobierno de México decretó una veda permanente que se mantiene hasta la fecha.
Hoy, un grupo de pescadores, pescadoras y miembros de la comunidad que forman parte de la Zona de Refugio Pesquero (ZRP) de Celestún trabaja en un proyecto de repoblamiento con la esperanza de que “algún día volvamos a tener pepino de mar, que es una de las especies de mayor importancia”.

Esther Yerves, tesorera y buza monitora de la ZRP, explicó que uno de los proyectos que impulsa esta zona es la creación de un corredor de arrecifes artificiales que comenzó con la instalación de 50 estructuras en octubre de 2024 y ha tenido resultados prometedores, pues ya se ha registrado el repoblamiento de diversas especies.
Es en esta zona donde se planea sembrar el pepino de mar. Yerves señaló que el proyecto lleva un año en desarrollo, aunque se había mantenido en reserva, ya que su difusión podría generar un renovado interés por pescar la especie de forma ilegal.

No obstante, considera que hoy existen mejores condiciones: hay más vigilancia, se ha implementado tecnología en la ZRP para vigilar la zona y se cuenta con un mayor respaldo de las autoridades para sancionar a quienes intenten extraer ilegalmente estos organismos. Esto, dijo, facilitará el éxito del repoblamiento.
La siembra de pepino de mar podría comenzar en aproximadamente un año. La idea es reproducir la especie en los arrecifes artificiales para monitorear su desarrollo, aunque esto representa un reto, ya que el pepino de mar no puede portar sensores u otros dispositivos: su cuerpo simplemente los expulsa.

José Ricardo Novelo Chac, presidente de la Federación de Cooperativas de Celestún y de la ZRP, aseguró que la especie no se ha extinguido del todo y que la plataforma marina del Golfo, al ser plana, ofrece ventajas frente al Pacífico.
Si lo dejamos recuperarse, lo va a hacer por sí solo. Ahora es agarrar el pepino que nos traen los malos tiempos y meterlo en la Zona de Refugio para que empiece a reproducirse allá”.
Detalló que el proyecto se desarrolla en coordinación con especialistas del Cinvestav en Telchac, quienes proveerán alevines. “En Telchac hay un doctor que está haciendo alevines de pepino de mar; le dimos unos reproductores de Celestún, de cuando había pepino, para que él pueda hacer la semilla, y quedó con monstruos que nos va a dar alevines para empezar a sembrar pepino”, relató.
Una zona sombra que siembra vida
La Zona de Refugio Pesquero de Celestún continúa generando vida marina. El proyecto de arrecifes artificiales, instalado hace menos de un año, ya muestra un importante repoblamiento de especies como canané, pulpo, langosta y pepino de mar, destacó Novelo Chac.

En octubre de 2024 se sumergieron 50 arrecifes artificiales, que han dado resultados sorprendentes. “En el último monitoreo que hicimos la semana pasada vimos que está súper repoblado: hay canané, langosta, pepino de mar, y es una de las herramientas que yo veo como formidables para tener más biomasa; ha sido increíble y estamos sorprendidos”, afirmó.
Estos arrecifes fueron donados por el Gobierno del Estado y la CONANP. La meta es incrementar su número y formar una cordillera submarina. Además, esta iniciativa también ha impulsado el turismo: “La idea es buscar alternativas a la pesca; ya no es quitarle al mar, sino ponerle. Buscamos actividades como buceo, snorkel y pesca deportiva de captura y liberación”, explicó.

Mensajes desde el templo: una comunidad comprometida
La ZRP no solo contribuye al repoblamiento marino, también une a la comunidad. “Hemos entendido la importancia de cuidar lo que el mar nos da”, aseguró Novelo Chac. Incluso, dijo, el pastor del templo local lanza mensajes a los feligreses para fomentar el respeto y protección de las especies.
Recordó que la ZRP surgió de la escasez: “Nació cuando ya no había producto, cuando se acabó el pepino de mar hace poco más de 10 años y solo quedaba un poco de mero y pulpo. Nos preguntamos entonces qué harían las futuras generaciones y buscamos alternativas. Así conocimos esta figura de zona de refugio pesquero y la adaptamos a nuestras necesidades”.

La ZRP de Celestún es parcial y temporal: parcial porque permite algunas actividades como la pesca artesanal de pulpo, pesca deportiva y actividades turísticas; temporal porque inicialmente se decretó por cinco años y ha sido renovada por los buenos resultados.
Zona de Refugio Pesquero: un modelo nacional
El 2 de octubre de 2019 se decretó oficialmente la Zona de Refugio Pesquero de Celestún. Fue la primera en la región del Golfo de México y es actualmente la más grande del país. Su modelo ha inspirado a otros puertos a proteger sus recursos marinos. Hace un año se renovó esta declaratoria por cinco años más.

La ZRP abarca un polígono que inicia frente a las costas de Celestún, a ocho millas náuticas, y se extiende 22 millas por 4 millas de ancho. Se permite la pesca comercial de pulpo con jimba entre agosto y diciembre; la pesca de carito, sierra y picuda por troleo entre octubre y febrero; así como actividades de investigación, docencia y buceo recreativo sin extracción.
Se prohíbe la pesca deportiva de fondo, la pesca por buceo, el uso de redes, cordeles, palangres, trampas y la pesca de subsistencia de cualquier especie de flora y fauna.

