Género y Derechos Humanos

Itzel Loría Poot está presa por defenderse de la violencia

Itzel Loría Poot, es una mujer indígena de escasos recursos y con una larga historia de violencia, quien actualmente se encuentra en prisión tras una sentencia condenatoria de 30 años por un homicidio en defensa propia, por parte de un Tribunal que fue omiso en juzgar con perspectiva de género, en una sentencia injusta, revictimizante y una expresión de violencia institucional por parte del sistema de justicia de Yucatán.

Existen claras y graves omisiones, tanto por parte de la Defensoría Pública del Estado de Yucatán, como por parte del Tribunal que dictó la sentencia.

Por redacción

Mérida, Yucatán, 09 febrero de 2024.- Itzel Loría Poot, es una mujer indígena de escasos recursos y con una larga historia de violencia, quien actualmente se encuentra en prisión tras una sentencia condenatoria de 30 años por un homicidio en defensa propia, por parte de un Tribunal que fue omiso en juzgar con perspectiva de género, en una sentencia injusta, revictimizante y una expresión de violencia institucional por parte del sistema de justicia de Yucatán.

La mujer mató a su pareja en defensa propia y en 2023 el Tribunal Colegiado Segundo de Enjuiciamiento del Quinto Distrito Judicial del Sistema de Justicia Penal Acusatorio y Oral del estado, con sede en Valladolid, Yucatán, dictó una sentencia condenatoria en su contra.

Se le impuso una pena privativa de la libertad de 30 años y dos meses de prisión, así como el pago por reparación del daño emergente por un total de un millón 797 mil 777 pesos. Sin embargo, en la revisión que hizo de este caso el “Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán”, colectiva de académicas y activistas especialistas en temas de género y derechos humanos de las mujeres, concluyeron que “esa sentencia es injusta, revictimizante y una expresión de violencia institucional por parte del sistema de justicia de Yucatán”.

 “Se pueden señalar claras y graves omisiones, tanto por parte de la Defensoría Pública del Estado de Yucatán, como por parte del Tribunal que dictó la sentencia”, señalaron.

En rueda de prensa en la que estuvieron el padre y la madre de Itzel, Humberto Loría Cupul y María Filiberta Poot Poot, se expuso que la principal y más grave omisión, se relaciona con lo  establecido por el Tribunal Constitucional de la  Suprema Corte de Justicia de la Nación en México (SCJN), respecto a que, se debe juzgar con perspectiva de género, ya que  es  la única manera de garantizar a las personas, especialmente a las mujeres y niñas, el acceso a la justicia de manera efectiva e igualitaria, por ello su aplicación no es opcional para los juzgadores.

En el caso de Itzel el  Tribunal Colegiado Segundo de Enjuiciamiento en Valladolid, integrado por tres juezas mujeres: Lic. María Danila Dzul Tec, María del Socorro Tamayo Aranda y Manuela Francisca Chiú Dorantes, fueron totalmente omisas respecto al mandato de la SCJN de juzgar con perspectiva de género y considerar la larga historia de violencia y el síndrome de mujer maltratada que presentaba Itzel, al momento de cometer el acto que privó de la vida a quien era su pareja, el pasado 4 de marzo del 2021.

Esta omisión por parte de las mencionadas juezas se tradujo en una sentencia de 30 años y dos meses de prisión para Itzel, mujer de 29 años, madre de tres menores de edad y con una historia de más de 15 años de violencia de género. Todo ello, fue ignorado por las juezas que la juzgaron, revictimizando y ejerciendo violencia institucional.

La historia de Itzel habla de una mujer que desde niña ya estaba en desventaja, fue víctima del sistema, inmersa en un contexto de pobreza, exclusión, marginación, violencia estructural, de género   y simbólica. Itzel al ser juzgada tenía cuatro de condiciones que, al entrar en intersección, son las peores en México para ser sujeto de discriminación, revictimización y criminalización por parte de un sistema judicial insensible: ser mujer, ser pobre, indígena y blanco de una violencia de género sistemática.

La violencia en la vida de Itzel: ¿Una historia sin fin?

Itzel nació en la ciudad de Valladolid Yucatán, el 22 de agosto de 1994, es la menor de 3 hermanos, hija de padres casados, su  padre es albañil y actualmente sigue ejerciendo su oficio, su madre es ama de casa, y siempre se ha dedicado a las labores de su hogar.  Ella permaneció viviendo con sus padres hasta entrada la adolescencia, ya que a la edad de 14 años aproximadamente, se embarazó de otra  persona de su edad y los padres decidieron casarlos, por lo que Itzel se fue a vivir a casa de la madre de su esposo y dejó la escuela, así que su escolaridad es secundaria inconclusa. La vida con el padre de sus hijos, fue tornándose violenta.

Así Itzel recibió cachetadas y golpes, aún estando embaraza, hasta incluso tener amenazas de aborto por ello.  También fue victima de sexo forzado por parte de su pareja, hasta que finalmente se separó de él. 

Después de un tiempo de soltera Itzel conoció al hombre que fue su pareja por dos años, con quien tuvo una hija y contra quien cometió el homicidio. Esta también fue una historia de vejaciones psicológicas, físicas, celos, insultos, amenazas de muerte, coacción para ingerir alcohol y drogas, violaciones, asfixiamientos, entre otras formas de violencia que precedieron al evento que hoy mantiene en prisión a Itzel.

El 4 de marzo del 2021, Itzel salió a trabajar desde muy temprano con su pareja (“Y”), con quien llevaba dos años y con quien había procreado una hija. Ambos trabajaban en las obras del tren maya.  Al mediodía salieron a comer y su pareja quien era celoso y le tenía prohibido hablar con otra persona que no fuera él, se empezó a poner celoso porque un compañero de trabajo le hizo platica a Itzel. Itzel le pidió a su compañero que no le hablara, porque sabia que al llegar a la casa su pareja le iba a pegar como siempre.

De regreso “Y” no se sentó junto a ella en el transporte, no obstante, durante el camino le fue gritando que era “una puta, una zorra, que seguro andaba cogiendo con su compañero”. Al bajarse del transporte fueron a cenar a la casa de la mamá de Itzel y después se fueron a la casa en la que vivían, que era un cuarto dentro de un terreno de la familia de “Y”. En el mismo terreno, aunque en distintos cuartos vivían la madre y hermanos de “Y”. Después de un rato la pareja de Itzel le dijo que volverían a salir, pues se había puesto de acuerdo para ir a tomar los tragos. Ella ya se había acostado y le dijo que no quería ir, a lo que él contesto “dale hijueputa, si fuera tu compañero del trabajo sí irías”, ella se levantó y salió con él. 

Su pareja estuvo ingiriendo alcohol y ella sólo tomó dos vasos de cerveza, pero como “Y” quería que ella  tomara más, comenzó a insultarla. Después de un rato regresaron a su casa, en el camino “Y” le dio una bolsa de marihuana para guardar. Llegaron a la casa e Itzel entró directo al baño, entonces su pareja la siguió hasta allí y le dijo “apúrate pinche pendeja, dame la marihuana”, la jaló y la tiró al piso. Ella pensó que le iba a pegar como sucedía siempre que ya estaba tomado.

Su pareja salió del baño y se quería ir en moto, ella trato de impedirlo, él comenzó a insultarla y le dio de bofetadas. Itzel se “aparrago” en donde se encontraba la mesa con trastes, tenía miedo y agarró un cuchillo para protegerse, salió al patio y se escondió detrás de una mata de limonaria, “Y” salió a buscarla y le gritaba “ahorita vas a ver lo que te va a pasar hijueputa”. Estaba obscuro, pero después de unos minutos “Y” encontró a Itzel escondida detrás de la limonaria, se acerca y levanto los brazos para jalarla mientras la insultaba y la amenazaba, en ese momento Itzel estiro su mano y le dio con el cuchillo, sin saber exactamente donde le había dado, no veía nada, pues estaba obscuro.

“Y” dejo de insultarla y comenzó a alejarse, en ese momento Itzel salió detrás de la limonaria para ver qué había pasado y vio que “Y” estaba sangrando, mientras  le gritaba  a su hermano y su madre para pedirles ayuda. Al poco tiempo de que ellos  salieron a ver qué había pasado “Y” se desmayó, llegó la ambulancia y los paramédicos dijeron que “Y” ya había fallecido.   Itzel fue arrestada y privada de su libertad desde el 5 de marzo del 2021.

Acciones emprendidas por el Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán para exigir Justicia en el caso de Itzel

Desde el Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán señalan el pleno convencimiento de que el Tribunal que condenó a Itzel fuera omiso,  no sólo en  juzgarla con perspectiva de género como mandata la SCJN, sino que  además, según lo que consta en la sentencia emitida, desestimará y desacreditara todos los testimoniales y pruebas presentadas en el  Dictamen Pericial en Materia de Psicología realizado a Itzel acerca de su historia de violencia  y el sindrome de mujer maltratadada ,  fueron omisiones graves que condujeron a una sentencia injusta, revictiminzante y criminalizante hacia itzel.

Por ello, como Frente nos dimos a la tarea de presentar el 23 de noviembre del 2023   ante los Magistradas y Magistrados de la Segunda Sala Colegiada en Materia Penal y Civil del Tribunal Superior de Justicia del estado de Yucatán la figura del  Amicus Curiae ,  para argumentar una serie de criterios que consideramos deben ser aplicados al momento de resolver la apelación presentada en contra de la sentencia condenatoria hacia Itzel.

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