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La lucha de Ixil lleva más de 9 años

Por Cecilia Abreu

La lucha en el municipio de Ixil continúa por el despojo de sus tierras en manos de intereses particulares.

Gabriela Torres Mazuera, profesora investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dio a conocer que la problemática de las tierras en Ixil, no inició ahora, sino desde la implementación del Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (PROCEDE) —que surgió luego de la reforma agraria de 1992—.

Explicó que con esa reforma significó el fin del reparto agrario y la posibilidad de que las tierras de los ejidos pudieran estar presentes en un mercado, lo cual fue posible a través de PROCEDE.

“En Yucatán es muy claro cómo este programa implicó un reordenamiento territorial, sobre todo en aquellos ejidos cercanos a las ciudades”.

En el caso de Ixil, destacó, con PROCEDE no les titularon todas las tierras que habían sido dotadas para el municipio “y esto es el origen del conflicto que se vive hoy, porque las tierras que están en disputa tienen que ver con esta historia de no certificación agraria”.

En 2014 hubo otro intento de despojo mediante un aparcelamiento y es que “si bien las tierras de Ixil son de uso común e inalienables, muchos funcionarios, abogados y gente interesada logró la manera de apropiarse de estas tierras por medio de un procedimiento que es el cambio de destino“. En ese momento, hace nueve años, el pueblo también resistió para defender su territorio.

La historiadora informó también que el pueblo de Ixil tiene “una larga historia con antecedentes prehispánicos y coloniales”; ya desde la Revolución exigía la restitución de sus tierras y, aunque finalmente lograron una de las dos ampliaciones que solicitaron en el ejido, ésta fue autorizada en los años 30, pero ejecutada hasta 50 años después, en 1980.

Por si no sabes qué está pasando

Sergio Oceransky, representante de la Fundación Yansa, advirtió que desde el 2014 ha habido intentos de privatizar las tierras de Ixil; llegando incluso a un acuerdo ante notario “lo que no significa que tengan la propiedad legítima de esas tierras”. A pesar de eso, en agosto del año pasado ocurrió el primer intento de apropiarse del territorio.

Desde aquel momento, la comunidad de Ixil está defendiendo la tierra, pues llevan toda la vida cultivando las tierras y cientos de familias dependen de ella. Ahora, de nueva cuenta el empresariado intentó apropiarse de ella, en compañía de una medida cautelar dictada por la Fiscalía General del Estado (FGE), —de una denuncia que desconocen en la población—, que implica asegurar el predio “como si alguien lo pudiera meter en una bolsa y llevárselo”, mientras dure la investigación.

Lo que llama la atención, subrayó, es que ni siquiera hay un caso en un juzgado y ya están poniendo en marcha esa medida; despojando a las familias de su sustento.

“Es una violación de derechos humanos, de derechos indígenas, y por supuesto que se va a caer en los tribunales; pero mientras tanto, ellos avanzan con operativos de la policía estatal, amedrentando a la población, violentando sus derechos, impidiéndoles el acceso, impidiéndoles continuar con su actividad”.

La gente continúa y continuará entrando a hacer sus cultivos y no abandonará la posesión de las tierras que les pertenecen. Además, suman ya 103 firmas de la academia y 3 mil 850 a través de change.org para exigir el cumplimiento de los derechos de la comunidad de Ixil.

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