Reportajes

Los muertos olvidados, para ellos no hay Janal Pixán

En la Fosa Digna yacen a la fecha mil 796 cuerpos, la gran mayoría sin identidad o que no fueron reclamados por sus familias. Hoy nadie los festeja, ni se acuerda de ellos, nadie los celebra este Día de Muertos.

Por David Rico

Casi toda la gente se está preparando para cocinar los pibes, para tener listas las veladoras, frutas, cerveza o algún licor, entre otras viandas y artículos que se utilizan para ofrendar a los que se adelantaron al mundo de los difuntos, pero hay otros muertos a los que nadie festeja, los olvidados, a los que nadie visita ni les llevan flores, los que yacen en la “Fosa Digna”.

El Cementerio Xoclán es uno de los panteones que reciben miles de visitantes en estos días de finados. Acuden para visitar a sus seres queridos, les arreglan la tumba, les rezan, les llevan comida, platican con ellos, también les llevan música o les lloran, pero hay otros que están ahí, en el panteón, porque nadie los identificó luego de morir o nadie reclamó el cuerpo.

En el lado poniente del Cementerio hay un gran bloque blanco de bóvedas que albergan hoy día a mil 796 cuerpos, muchos de los cuales nadie reclamó o identificó y, en menor medida, personas de escasos recursos cuyos familiares no tuvieron para darles una mejor sepultura.

Yaneth Avilés Burgos, jefa del Departamento de Panteones del Ayuntamiento, explicó que en la “Fosa Digna” se depositan cuerpos bajo tres supuestos:

Los que por alguna razón no reclaman en los hospitales públicos, los dejan en los nosocomios públicos y cuando lo solicita el hospital se entierran en esta zona. Ya sea el O’Horán, el de Alta Especialidad u otro, hace los trámites ante el Registro Civil y se llevan los cuerpos al cementerio. Son personas con identidad, pero que al final nadie reclamó.

Otros, son los cuerpos de personas que nadie reconoció, llevados a Xoclán por el Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía General del Estado.

Hablamos de indigentes, adultos mayores abandonados, personas que murieron en accidentes o, simplemente, fallecidos que nadie reclama sus cuerpos.

En el menor de los casos, se depositan en la “Fosa Digna” los cuerpos de personas cuyos familiares no cuentan con dinero para pagar otro espacio. En este caso, se les brinda un espacio por tres años, luego de lo cual pueden mover los restos a otra tumba, pero hay casos que transcurre el plazo y los cuerpos son también olvidados.

“La gente que no tiene recursos, de momento, nosotros les damos el apoyo, se les ofrece la Fosa Digna y son tres años, lo que tarda el cuerpo en descomponerse. En ese tiempo se exhuma el cuerpo y sin nadie lo reclama se pasa a un lugar de restos áridos, que vendría a ser como una fosa común”, indicó.

Explicó que en la Fosa Digna se depositan hasta tres cuerpos, pero de forma individual, por lo que se podría hablar de una fosa común ya cuando los restos pasan a ser restos áridos.

También se tienen convenios con albergues que llevan cuerpos a depositar en esta área, pero en general, refirió, solamente un 30 por ciento serían cuerpos con identidad, pero el restante 70 por ciento son personas no identificadas o que nadie reclamó.

En la Fosa Digna se depositan entre 8 y 12 cuerpos al mes y a la fecha suman mil 796 cadáveres en el sitio.

Así, la mayoría de los cuerpos de la “Fosa Digna” carecen de identidad pues aunque en la administración del cementerio hay un registro de los cuerpos, a la vista no hay nada que haga referencia al nombre que llevaron en vida, al lugar o fecha de fallecimiento, etcétera, datos que por lo común lleva el común de los sepulcros.

Sólo aquellos que están ahí por falta de recursos, porque sus familiares no tuvieron otra opción, tienen una identificación, pequeños nichos con su nombre y un espacio para colocar flores y alguna veladora, nada más.

Fiscalía General del Estado

Cuando un cuerpo en la Fiscalía General del Estado no es reclamado se hacen los trámites necesarios ante el Registro Civil y el Cementerio. Transcurridos más de tres meses sin que algún familiar realice la identificación correspondiente y el reclamo del cuerpo, se da pie a las diligencias para la sepultura de los cadáveres, que inician con la solicitud a la Fiscalía Investigadora para que, tras su consentimiento, se realice la petición al Registro Civil que autorice el exento de pago y el entierro.

Ante el cementerio se efectúa la debida solicitud de las fosas en donde serán depositados los cuerpos, los cuales son colocados, en el caso de los hombres, en un número no mayor de dos personas por bóveda y cuando están identificados, pero no reclamados, van individualmente a una fosa.

En el caso de las mujeres, éstas son enterradas solas estén o no identificadas y, al igual que todos los cuerpos, son debidamente embolsadas con un brazalete en el que se incluye la información del lugar en dónde fue levantado, la fecha y una descripción contenida en un envase de plástico cerrado con la información del cuerpo.

Para efectos de que algún familiar pudiera presentarse a identificar un cuerpo luego de que éste fue enviado a la “Fosa Digna”, la FGE mantiene un archivo de cada persona, en el que se incluye el certificado de defunción, el protocolo de la necropsia, número de boleta, número de bóveda en el que fue depositado y fotografías del rostro o señas particulares del fallecido.

En caso de ser reconocido a través de estos datos, el familiar podrá efectuar los trámites necesarios para recuperar el cuerpo, por lo que será necesario que entregue el acta de nacimiento del fallecido, el acta de nacimiento de la persona que solicita el cadáver, su credencial de elector y que comparezca ante la Fiscalía Investigadora para confirmar la identificación.

Con ello podrá acudir al Registro Civil y solicitar el acta de defunción a nombre de la familia, para posteriormente realizar los trámites ante el cementerio, respetando los tiempos necesarios.

Es entonces que se convoca al fiscal investigador, a personal del Registro Civil, de Salubridad, del Cementerio, a Fotografía Forense, Criminalística y Semefo para realizar la exhumación del cuerpo. Una vez hecho esto, el familiar firma el término de la cadena de custodia del cuerpo con el fiscal investigador y con ello concluye la responsabilidad de la FGE.

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