Género y Derechos Humanos

Madres exigen estar con sus hijas e hijos… No solo el 10 de mayo

Este 9 de mayo, madres víctimas de violencia vicaria acudieron alrededor de las 5:30 de la tarde a los Juzgados Familiares de Mérida para luchar por los derechos de las y los niños que fueron sustraídos y hoy en día no tienen contacto con mamá.

Su lucha, no es únicamente por el Día de las Madres, sino que es cada día pidiendo a las autoridades acceso a la justicia; una de las manifestantes, Alejandra Ávila, expuso “llevo en el proceso 512 días desde la sustracción de mi hijo menor de edad, de cuatro años”.

Lamentó que en su expediente existen irregularidades y, este señalamiento, fue una constante de las mujeres manifestantes; en su caso, la acusan de tener problemas de salud mental, avalando esto con informes elaborados por un psicólogo que nunca ha visto; apenas la semana pasada, en una audiencia sobre su caso, solicitó que el 10 de mayo pudiera ver a su hijo y este permiso le fue negado.

“Tengo seis años sin ver a mi hija, seis años en este proceso y ¿qué es lo que pido? Justicia”, señaló Nati, otra de las madres manifestantes, pues el abuelo de la niña había peleado la custodia y cuando éste falleció, se la entregaron a una persona que no tiene ningún lazo sanguíneo con la niña.

Explicó que la custodia era provisional, pero al parecer ya será una sentencia permanente en días próximos y, durante estos años, ella solamente tenía autorización de ver a su hija por medio de videollamadas, sin embargo, la mujer a cargo de su hija no le toma las llamadas “y yo ya he manifestado esto en los juzgados y no han dado vista a mi carpeta”.

Mangerli Uc, apuntó que ella tiene un expediente abierto con la misma jueza que su compañera, Nati, y tras hacer un acuerdo con su entonces pareja para que él cuidara dos meses a sus hijas, realizaron una audiencia a puertas cerradas y le dieron la custodia definitiva a su expareja; “el señor trabaja todo el día, ni siquiera tiene tiempo de ver a mis hijas, hubo un abuso psicológico, emocional y físico”, aunque intentó emitir una demanda al respecto en Prodemefa, ésta fue rechazada.
“Lo único que pido es que, por favor, sean escuchadas mis hijas, no quieren estar con el papá, es un agresor”.

El Frente Nacional contra la Violencia Vicaria y la Unión de Yucatecas contra la Violencia Vicaria suman alrededor de 26 madres en esta situación y, en general, sus casos coinciden con la falta de acceso a la justicia, víctimas también de la violencia institucional.

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