Género y Derechos Humanos

Madres se unen contra la violencia vicaria, presentan iniciativa de Ley

Por Cecilia Abreu

Madres unidas en el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria presentaron hoy una iniciativa de Ley que propone implementar en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y el Código de Familia del Estado de Yucatán la tipificación de la violencia vicaria.

Con esto, la violencia vicaria sería una agravante al infringir la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y en el Código de Familia tendría que considerarse para la patria potestad.

Contemplan también aplicar sanciones a las y los servidores públicos que obstaculicen los procesos y/o los hagan más lentos, pues esta es una violencia institucional que han observado una constante en la violencia vicaria.

Esta iniciativa colectiva, creada entre madres víctimas de esta violencia, será presentada mañana ante el Congresos del Estado de Yucatán, entregándosela a la diputada Vida Gómez Herrera.

En Yucatán, hasta ahora el Frente ha registrado a 15 madres víctimas de esta violencia y 600 a nivel nacional, habiendo en el Estado quienes llevan seis meses sin ver a sus infancias hasta quienes ya llevan seis años con la situación.

Una de las promotoras de la iniciativa resaltó que cuando es un tema que involucra a menores las instituciones deberían actuar con mayor velocidad, sin embargo, esto no ocurre y, por el contrario, le suman la violencia institucional a sus procesos.

La doctora y activista, Gina Villagómez, expuso que con esta violencia vicaria conjugan también otros tipos de violencias como: infantil, familiar, agresiones a las madres, entre otras.

“Vamos a presionar a las autoridades para que esos expedientes y de las mujeres que se vayan agregando, lleguen a buen término”, pues lamentó que esta es, luego del feminicidio, una de las violencias más grave, ya que implica violencia psicológica, física, emocional contra la madre, pero también contra las infancias que, en la mayor parte de los casos, no son cuidadas por el padre que las sustrajo, sino por la abuela a quien se las encomiendan.

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