Género y Derechos Humanos

Personas trans y homosexuales, víctimas del abuso policial

Por David Rico

Mérida, Yucatán, 05 junio de 2022.- En el documento “Intolerancia selectiva: historias de detención arbitraria y abuso policial en Yucatán” la agrupación Elementa DDHH documenta que las violaciones a derechos humanos y el abuso policial en Mérida y en la entidad evidencian patrones de discriminación contra personas que parecen “sospechosas”, siendo las personas homosexuales y trans unas de las principales víctimas.

En las entrevistas que hicieron, testimonios muestran que otro tipo de violencia policial que se identificó se ciñe sobre los cuerpos que expresan una identidad de género no normativa, en este caso las personas homosexuales y trans.

“Yucatán destaca por el poder estructural que concentran las élites conservadoras y religiosas en la política y la economía de este estado. Los estereotipos y prejuicios que se ejercen desde una moral conservadora repercuten en la discriminación e invisibilización de los derechos de la población LGBT+”, señala el texto.

Destaca que los niveles de discriminación y exclusión que vive la comunidad trans en Yucatán. De acuerdo con la CNDH Yucatán se encuentra dentro de las 10 primeras entidades con mayor exclusión hacia mujeres trans de comunidades indígenas.

En la encuesta, de los 24 testimonios de detenciones, sólo 12 personas respondieron sobre si se identificaban con alguna categoría de la diversidad sexual.

A continuación, algunos de los testimonios:

“Yo les dije que iba a mi casa del gimnasio y me dijeron que me veía sospechoso, que habían habido “reportes” anteriormente de alguien con mis facciones rondando la colonia y querían “asegurarse”, les dije que no, que yo vivía cerca […] recordé que tenía mi credencial de camión, la mostré y anotaron mis datos […] antes de irse, empezaron a decirme que se veía que hacía mucho ejercicio y que mis piernas se veían muy trabajadas y que me veía muy femenino, como cuerpo de muchacha, a lo que yo solo me quedé callado, me dieron mi credencial y yo seguí caminando, a lo que continuaron siguiéndome con la patrulla […]”

“En un momento pensé que al decir que éramos pareja nos dejarían en paz porque ya sería una coartada pero ese fue el peor error, en ese momento nos amenazaron físicamente y el temperamento de los oficiales se alteró mucho más.”

“Recuerdo que frente a un médico en los separos me obligaron a bajarme los pantalones y los boxers y desnudo a hacer sentadillas. Me opuse al principio, pero me intimidaron y accedí. Detrás de mí había varios policías viéndome. Minutos después en la celda pedí hacer la llamada que me correspondía por derecho y alguien que trabaja en los separos me gritó: ‘ni que fuera Estados Unidos’”.

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