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Profepa clausuró ampliación de granja avícola que arrasó Tzemé en  Kinchil 

Profepa documentó desmontes, caminos y tendido eléctrico en 13.7 hectáreas de selva baja caducifolia.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, a 14 de noviembre de 2025.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró la ampliación de una granja avícola en Kinchil, perteneciente a Productora Nacional de Huevo, luego de que los trabajos se realizaron sin autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales. 

La sanción ocurre después de semanas de denuncias ciudadanas que alertaban que la obra había alcanzado e impactado parte de la zona arqueológica de Tzemé, sin que el INAH actuara a tiempo para detenerla.

Según el comunicado más reciente, la Profepa clausuró las actividades “por no contar con la autorización correspondiente en materia de cambio de uso de suelo en terrenos forestales emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Estas actividades afectaron una superficie de 13.7 hectáreas.”

Durante la inspección del 12 de noviembre, personal de la dependencia “observó que en el sitio se habían efectuado trabajos de nivelación de caminos, retiro de vegetación natural y conformación de calles con material pétreo, así como la colocación de postes y tendido eléctrico.”

Los trabajos se desarrollaron en un ecosistema de selva baja caducifolia “característico del estado de Yucatán y en buen estado de conservación en las áreas colindantes.” En el predio, añade Profepa, había “especies arbóreas, arbustivas y herbáceas… asociadas con especies de cactáceas, bromelias, así como la distribución natural de especies de flora y fauna silvestre listada en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.”

Al no existir permisos, “se procedió a imponer la clausura total temporal, lo que implica la suspensión inmediata de cualquier actividad distinta a la conservación del sitio. Se colocaron cinco sellos de clausura en los puntos inspeccionados, con el fin de asegurar el cumplimiento de la medida.”

La dependencia dijo que “la Profepa reafirma su compromiso de proteger los ecosistemas forestales del país y de garantizar que las actividades productivas se desarrollen con estricto apego a la legislación ambiental.”

Mientras tanto, habitantes y defensores del territorio insisten en que la intervención ya había alcanzado la zona arqueológica de Tzemé, un sitio maya registrado, y que pese a los avisos públicos, el INAH nunca frenó la obra. Cuando Profepa llegó, el daño —tanto ambiental como arqueológico— estaba consumado.

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