Pueblos mayas acusan al INAH de permitir devastación de sitios arqueológicos en Yucatán
Más de 100 personas se manifestaron en Chichén Itzá por daños en Kinchil y Santa María Chí.
Por Redacción
Chichén Itzá, Yucatán, a 21 de diciembre de 2025.- Más de 100 personas de ocho comunidades mayas protestaron en la zona arqueológica de Chichén Itzá contra el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al que acusaron de omitir su responsabilidad constitucional de proteger, conservar y recuperar el patrimonio arqueológico, histórico y paleontológico, y de permitir que empresas privadas devasten vestigios con alto valor cultural y espiritual para los pueblos mayas.
En un comunicado de prensa informaron que la movilización se realizó en uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos del país como un acto de denuncia pública contra lo que calificaron como complicidad institucional por omisión, tanto en Chichén Itzá como en otros puntos del territorio yucateco donde se han documentado daños a estructuras prehispánicas.

Uno de los casos señalados fue la destrucción de vestigios en el sitio arqueológico de Tzemé, ubicado en el municipio de Kinchil, donde la empresa avícola Crío realizó recientemente obras a escasos 700 metros de la pirámide principal. De acuerdo con los manifestantes, el INAH se limitó a colocar un sello de suspensión, sin implementar acciones efectivas para evitar el daño al patrimonio.
Los protestantes responsabilizaron directamente a la institución, al señalar que en el informe presentado por el INAH dentro de la demanda de amparo interpuesta por el Consejo Comunitario de Kinchil, la dependencia reconoció haber otorgado su visto bueno a la obra y negó la existencia de vestigios arqueológicos en la zona. Actualmente, el propio instituto afirma estar llevando a cabo una investigación interna por dicho aval.
Otro de los señalamientos provino de la comunidad de Santa María Chí, cuyos habitantes denunciaron que una granja del mismo nombre destruyó basamentos y vestigios ubicados en San Nicolás, localidad perteneciente a Santa María Chí y Tixkokob. En este caso, acusaron nuevamente al INAH de omitir acciones de rescate, recuperación y protección de los bienes arqueológicos, bajo el argumento de que dichos vestigios habían sido destruidos hace dos décadas.
En la protesta participaron personas originarias de Dzitnup, Ixil, Kinchil, Molas, Santa María Chí, Sisal, Caucel y Yaxkukul. Como acto simbólico, colocaron una corona fúnebre a la entrada de la zona arqueológica de Chichén Itzá, en señal de luto por la pérdida del patrimonio ancestral.
Federico May, integrante del Consejo Comunitario de Kinchil, expresó: “Estamos de luto por la destrucción de Tzemé, el INAH ha permitido esta devastación y no han hecho nada para garantizar la conservación de lugares que nuestra comunidad ha cuidado y conservado por varias generaciones.”
La protesta fue organizada por los consejos comunitarios de Dzitnup, Ixil, Kinchil, Molas, Santa María Chí y Sisal, así como por los comisarios municipales de Dzitnup y Santa María Chí, quienes han iniciado un proceso de articulación como pueblos mayas en defensa de sus derechos, su territorio y su patrimonio cultural. Tras la movilización, las comunidades realizaron una reunión en Dzitnup para planificar y coordinar acciones conjuntas.
