Violencia digital requiere contención emocional y mejorar los procesos de acceso a la justicia
Por Cecilia Abreu
Mérida, Yucatán, 03 febrero de 2022.- Fabiola García Magaña, directora del Instituto Municipal de la Mujer de Mérida, expuso que desde antes de que la violencia fuera tipificada en el Estado de Yucatán, ya recibían mujeres viviendo esta problemática, «no había un reglamento o una normatividad que castigara o sancionara este tipo de violencia».
Sin embargo, ante la creciente problemática, las acompañaban para realizar denuncias en el Ministerio Público o Fiscalía General del Estado por «hechos posiblemente delictuosos», pero la siguiente traba era la que continúa hasta el día de hoy ya con la legislación: las pruebas.
Para este tipo de delitos, señaló, las pruebas son capturas de pantalla e implica una carga para la víctimas estar recuperando estos datos que servirán como pruebas; «es muy difícil […] tenemos una estrategia de contención emocional porque las mujeres llegan con una crisis, estrés postraumático de mirar en las redes sociales su intimidad, sus cuerpos».
Estimó que, hasta ahora, están llevando 40 casos de seguimiento desde hace dos años, de los cuales, tres comenzaron el año pasado; pero únicamente alrededor del 5 por ciento denunció formalmente.
«Muchas mujeres dicen ‘voy a denunciar para la reparación del daño’, pero en el camino a mirar una reparación del daño, la ven tan lejana que a veces deciden no ejercer una acción legal o desisten», a pesar de ello, expuso que el deterioro emocional continúa presente, por lo que siempre mantienen la contención para su fortalecimiento interno.
El daño emocional es profundo pues, en 99 por ciento de los casos, el agresor es o era una persona cercana a la víctima: amigos, novios, parejas o exparejas, «y siempre hay una connotación de venganza o molestia porque ellas no acceden a cierto tipo de cosas, ya sea continuar la relación o hacer alguna actividad que ellas no miran como algo que quisieran hacer».
Desde su perspectiva, la Fiscalía necesita mejorar en su atención a las víctimas, pues continúan habiendo muchos obstáculos para que denuncien y accedan a la justicia; reconció que incluso las activistas han logrado que se bajen más de los contenidos que violentan a las mujeres en la virtualidad, que la propia Policía Cibernética.