Capitanía de Puerto frena uso de radios y deja a pescadores incomunicados en altamar
Muchos de los equipos entregados a pescadores del litoral yucateco, como parte del programa Seguridad en el Mar, siguen sin activarse; además, se cayó el precio del pulpo y ahora no pasa de los 109 pesos.
Por David Rico
Progreso, Yucatán, 29 de septiembre de 2025.– La vida de los pescadores en altamar pende de un trámite burocrático. Aunque el gobierno entregó desde junio pasado 3 mil 500 radios como parte del programa Seguridad en el Mar, en los puertos del litoral yucateco, especialmente en Progreso, los equipos siguen siendo inútiles porque no han podido ser activados en la Capitanía de Puerto.
“Yo tengo el mío, pero no lo he podido instalar; escucho lo que hablan, pero no puedo hablar o mandar mensajes de alerta porque no está dado de alta en la Capitanía de Puerto”, relató un pescador porteño.

La situación, lejos de ser un detalle menor, se convierte en un riesgo latente: hombres de mar se internan todos los días sin la posibilidad real de pedir auxilio en caso de naufragio, accidente o cualquier emergencia. Y todo por una cadena de trámites que parece interminable.
El propio pescador explicó que, como él, muchos colegas enfrentan el mismo obstáculo: “los tienen que llevar a la Capitanía de Puerto y ahí les dicen que tienen que hacer un trámite y esperar un oficio que viene desde la Ciudad de México y que el trámite puede llevar de cuatro meses a un año”.

Mientras tanto, los radios permanecen apagados, en cajas o guardados en las casas, mientras lo único que sí está en uso son los chalecos salvavidas. “Esto ha impedido que muchos de nosotros podamos usar los radios, porque que se necesita el oficio y demás. Pero los chalecos sí nos han servido y los utilizamos”, añadió.
Pulpo barato, bolsillo vacío
Al problema de la seguridad en el mar se suma otra amenaza: la caída en el precio del pulpo. La actual temporada de captura arrancó con buenas cifras de producción, pero los compradores han ido reduciendo el pago hasta niveles que ponen en jaque la economía de los pescadores.
“Hace unas semanas estaba en 160 el kilo y bajó a 130, y luego bajó más, por lo que ahora está entre 100 y 109 pesos que es lo que se les está pagando”, expuso un trabajador del mar.

El cálculo es sencillo y desolador: con precios de apenas 100 pesos por kilo, el pescador que trabaja para un armador apenas recibe la mitad. “Pero así no sale el negocio, porque muchos de nosotros los pescadores trabajamos para alguien y si te pagan a 100 el kilo solo te queda como el 50 por ciento, unos 50 pesos por kilo y no resulta”, dijo.
En suma, los hombres de mar enfrentan una tormenta doble: radios que no sirven por trámites interminables y precios que hunden sus ingresos. Una combinación peligrosa que amenaza no solo su seguridad, sino su supervivencia económica.

