Género y Derechos Humanos

Continúa la falta de liberación de recursos para refugios de mujeres víctimas de violencia

Por Cecilia Abreu

Tras el llamado de la Red Nacional de Refugios (RNR) para liberar el presupuesto para el funcionamiento de los refugios en México hace casi un mes, el pasado 11 de abril, Apis Sureste informa que continúan sin recibir los recursos federales para su operación, por lo que están solventando todos sus servicios por cuenta propia y esto pone en riesgo y vulnerabilidad sus espacios.

“No se ha liberado el presupuesto, desde que salió la convocatoria, todos los refugios que forman parte de la Red Nacional han presentado su proyecto para poder seguir operando y la realidad es que, si bien se ha dicho que se va a liberar el presupuesto, la realidad es que no ha llegado”, visibilizó la representante legal de Apis Sureste: Fundación para la Equidad, Rebeca Casanova.

Cada refugio ha tenido que encontrar la forma de continuar sus labores, en su caso, han tenido que encontrar la forma de financiar para no cerrar en ningún momento, pues “existen mujeres resguardadas en el refugio y, mientras nosotras podamos seguir operando, estaremos ahí, pero es una necesidad la liberación del presupuesto porque merma las posibilidades de operación”; lamentó que algunos refugios hayan tenido la necesidad de cerrar y reaperturar hasta que los recursos sean entregados.

El capital es necesario para poder cubrir la nómina (psicólogas infantiles, psiccopedagogas, psicólogas de mujeres, abogadas, trabajadoras sociales, choferes, diligencia), así como alimentación, vestido, calzado, el centro de atención externa y todo lo necesario para el cumplimiento de Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Aunque los recursos siguen sin ser liberados, la demanda no para, pues desde que comenzó la pandemia han tenido el cupo lleno en su totalidad, informó. Además, han recibido canalizaciones desde otros municipios para trasladarse al refugio.

Cabe mencionar que en Apis Sureste, admiten entre cinco y seis núcleos familiares, es decir, la mujer con sus hijas e/o hijos, “desde el inicio de la pandemia ha permanecido lleno, ha habido espacios que se han estado desocupando e inmediatamente llenando”. Además, también cuentan con casas de transición en Tekax y Ticul.

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