Denuncian discriminación y hostigamiento contra pareja homosexual
Llegarán hasta las instancias necesarias para exigir el cumplimiento de sus derechos
Por Cecilia Abreu
Luciano e Irving fueron la primera pareja de la comunidad LGBTTIQA+ en poder contraer matrimonio en Yucatán sin necesidad de un amparo, sin embargo, nunca imaginaron que después de esto serían víctimas de discriminación y hostigamiento en el ámbito profesional… Todo comenzó a partir de su boda.
Desde el 19 de marzo de marzo, Luciano M.T. e Irving S.P. acudieron a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (CODHEY) para interponer una queja, luego de que el día de su boda, les negaran el permiso a contraer matrimonio en el Pabellón del Amor ubicado en Progreso, sitio que fue creado precisamente para este trámite civil.
En aquel momento, ambos trabajaban en el Ayuntamiento de Progreso y les ofrecieron apoyo para conseguir el permiso de la boda en dicho sitio; L.A.G.B. y A.B.V., les dijeron que se harían cargo y hasta les avisaron que el pabellón estaba confirmado y fue hasta el día de la boda que, al llegar, no había registro del evento y, en las averiguaciones, acabaron por decirles que «atentaba contra la moral y las buenas costumbres» y no les permitieron casarse allí.
«Es un acto de discriminación porque ha habido otras bodas heterosexuales y a nosotros no nos dieron el permiso y desde que iniciamos el proceso en la CODHEY empieza la ola de acoso y abuso de poder», lamentó Luciano.
Reconoce que antes de ese momento habían trabajado sin ningún problema, él en el área de diversidad y su esposo en Prevención Social del Delito; el alcalde, Julián Zacarías Curi, en una junta de conciliación que tuvieron con él hace dos semanas, les dijo que estaba comprometido para investigar quién es la persona responsable de lo que están viviendo en sus trabajo, sin embargo, no ha habido ningún avance al respecto.
A.C.G.D., señaló, comenzó a acosar y hostigar laboralmente a Irving a partir de que se casaron, declaró, con lo cual también llegó acoso policiaco, hasta el punto que decidieron dejar el departamento donde estaban rentando porque no se sienten seguros y Luciano incluso optó por dejar su puesto en el Ayuntamiento.
Lamentó que ellos han presentado pruebas de los hechos discriminatorios en su contra, pero la otra parte solamente tuvo que decirle a la CODHEY «no es cierto», para que les exigieran más pruebas a ellos, mientras que a las personas acusadas les tomaron el dicho simplemente; dadas las circunstancias, continuarán con la exigencia de sus derechos por medio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la vía legal.
«Lo que pedimos es que no vuelva a suceder esto en Progreso, que a nadie le ocurran estos actos del Ayuntamiento y que los departamentos que se crearon trabajen para la sociedad y no sean simulación».
En este momento, «ya no queremos conciliar, que llegue el proceso a donde tenga que llegar», pues asegura que hay intereses por cerrar el caso y arreglarlo de forma interna, pero temen que al hacerlo de ese modo no les garanticen realmente sus derechos y, apenas ayer, 17 de junio, la CODHEY nuevamente les envió que todo fue negado por la otra parte, «vamos a continuar con otras instituciones que puedan salvaguardar nuestros derechos».