Emerge Vida

Educación ambiental, tan importante como las matemáticas en la niñez

Por Cecilia Abreu

“Es como si quitáramos la preparación en matemáticas, yo creo que ningún padre de familia (o madre) aceptaría que crecieran sin aprender matemáticas por todas las habilidades y desarrollo que involucra para la vida de la persona, lo mismo sucede con el medioambiente”.

Desde la visión de Maritza Morales, fundadora de Hunab Proyecto de Vida, activista desde la niñez, el simple contacto con la naturaleza desde la infancia ayuda a desarrollar habilidades como la observación, entrenamiento a través de los sentidos, compromiso hacia la comunidad a la que pertenecen y también valores.

Cuando infantes siembran, aprenden a respetar la vida, “crece con un valor que refleja respetando a otros seres humanos”.

En particular, desde su asociación civil, encuentra que propician la disciplina, pues imparten cursos para niñas y niños desde los 4 hasta los 16 años y, no es una preparación de unas horas, sino de seis meses y, con esta disciplina, aprenden a ser pacientes y perseverantes para obtener los frutos.

“La enseñanza ambiental que damos también es una formación para la vida, además, desde luego, de la importancia de saber alimentarse, de saber dónde vienen las verduras, cultivar nuestros propios alimentos”.

Además, con un periódico que entregan en las escuelas y capacitaciones para docentes, llevan esa información a escuelas; sin embargo, las autoridades no consolidan este tipo de proyectos para comunicar el tema y la propia Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) rechazó la propuesta del periódico ambiental para sus escuelas.

“Tenemos que estar trabajando de manera individual con docentes que a título personal se preparan”, expresó que incluso cuando, ya en la edad adulta, a las y los maestros les explican las temáticas se sorprenden por el desconocimiento previo.

“Vean en Hunab una aliada para fortalecerse y hacer programas de enseñanza ambiental, ya con 27 años tenemos la pedagogía que nadie más tiene”.

¿Qué pasa con la crisis ambiental de hoy en día?

La activista explicó que los cambios climatológicos siempre han existido, incluso desde antes de la existencia del ser humano; lo que ocurre actualmente es que estos cambios son más bruscos, pues provienen de alteraciones al medioambiente, como la deforestación.

“Mérida es una plancha y no es por cambio climático, es desde hace muchos años por la deforestación y ahora se le reconoce como cambio climático”.

El calor de la ciudad no es lo único que ocurre, pues apunta que también la lluvia está sufriendo alteraciones, “un ser humano que tiene herencia cultural y habilidades ambientales tiene muchas más oportunidades de resiliencia que alguien que no tiene este conocimiento”.

Las niñas y niños que crecen con estas habilidades, incluyendo la identificación de plantas medicinales, ya que los servicios de salud están saturados y, con conocimientos de la cultura maya y sus remedios naturales, pueden encontrar curas “y está científicamente comprobado”.

“Podemos hacer que la salud de nuestra población sea mejor a través de estilos de vida mucho más ordenados con la alimentación y con el consumo y esto es lo más importante que se llevan lxs niñxs”.

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