Mamás que aman y luchan en este Día de la Niñez
Por Cecilia Abreu
“Aquí está mamá luchando para poder verlo, luchando por tener un abrazo”, levantan la voz en Mérida para enviar un mensaje hasta sus infantes.
Toda infancia tiene derecho a ser amada, a tener convivencia con su familia, entre otros derechos fundamentales; sin embargo, existen diversos tipos de violencias que ponen en riesgo sus libertades civiles, en particular, la violencia vicaria, impide a niñas y niños ver a mamá (con mayor incidencia) o papá, pues la expareja les sustrae para lastimar a la madre (o el padre en su caso) y esto le afecta de manera directa a la niñez.
Por eso hoy, en la celebración de este día, madres acudieron al Monumento a la Bandera a levantar la voz y exigir justicia, así como la aprobación de la Ley contra la Violencia Vicaria en Yucatán, misma que presentaron meses atrás.
Shirley Barraza, madre víctima de violencia vicaria y representante del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria en Yucatán, expuso que “estamos luchando por nuestra niñez”, pues en el lugar estuvieron presentes madres y familias de niñas y niños que fueron sustraídos de sus hogares y tienen entre uno y tres años sin contacto con sus hijas e hijos.
En su caso, a casi tres años de la sustracción de su hijo, sabe que lo sacaron del Estado, pero desconoce en dónde se encuentra y “hoy venimos de la manera más pacífica para que Mérida se entere de lo que es la violencia vicaria”.
Resaltó que este tipo de violencia también suele estar presente dentro del matrimonio con amenazas de hacer esa sustracción de las infancias.
Esta lucha es “por nuestra niñez y nuestros adolescentes en todo el país, ya somos 600 mamás a nivel nacional y 20 en Yucatán”, pide que la legislación de la entidad ya contemple este delito, como lo que es: violencia vicaria.
También la mamá de Andrés, María José López, hizo un llamado a las autoridades para la tipificación del delito, pues “es muy injusto que utilicen a los hijos (y las hijas) para demostrar enojo, pues realmente son quienes sufren las secuelas emocionales, psicológicas y, a veces, hasta física”.
Hoy, dijo, levantan la voz en pro de los derechos de la infancia, pues las autoridades deberían tomar el bienestar superior de la niñez, lo que no ocurre actualmente, pues no se les da la prioridad y los tiempos de los procesos son muy largos. “Hay que priorizar los expedientes en donde hay niñas y niños”.
Al día de hoy, ella sí tiene convivencia con su hijo, Andrés, pero ésta es limitada y no tiene relación con su familia materna y tampoco acceso al acompañamiento en temas escolares o de salud, “no nos dejan ser mamás presentes y estamos luchando para, precisamente, ser mamás presentes”.
Hasta ahora, la falta de celeridad en los procesos, expuso, la problemática es “el silencio de las autoridades”.
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