Madre pide justicia para su hijo, defiende sus derechos
Por Cecilia Abreu
“Es por lo que yo voy, que se comience a respetar la vida de mi hijo porque es un niño, pero cuenta con derechos y yo estoy aquí para que se hagan efectivos”, levantó hoy la voz Alejandra Ávila en la puerta de los Juzgados Mercantiles y Familiares antes de la audiencia final por la custodia de su pequeño de 4 años a quien le han impedido ver, mientras su padre, H.S.A.R. y familia tienen la custodia durante este proceso legal, a pesar de que el menor sufrió agresiones físicas con esas personas, conforme expuso la madre.
Alejandra Ávila, a sus 24 años es víctima de violencia vicaria, su mayor interés es que los derechos de su hijo E.I.A.A. sean respetados, pero lamenta que hasta la fecha las autoridades no estén cumpliendo el interés superior de la niñez.
El 3 de diciembre de 2020 comenzó la lucha por su hijo, pues ella le solicitó al padre que cuidara al niño ese día, “él accede a llevarse al menor y desde ese día ya no me permiten estar otra vez en compañía de mi hijo”.
En la búsqueda por tener relación con su hijo, regresó en varias ocasiones a casa de su expareja, cuenta, sin embargo, le impidieron estar con él e incluso pusieron rejas y no le abrían.
A partir de allí, la familia de él comienza a alegar que tiene problemas de salud mental “y todo el juicio se ha desenvuelto de eso, de que tengo problemas mentales. Ingresan a nuestro expediente información ilícita sobre estos informes médicos que de la nada salen y nunca me entrevistaron a mí como persona, pero casualmente dan con un trastorno”.
La violencia psicológica en su contra, comenzó desde el 2019, apuntó, pues quien fue su pareja incluso la acusaba de ser anoréxica, debido a su complexión.
Sin embargo, actualmente la situación involucra también al niño de 4 años, quien está en custodia provisional con su padre mientras existe un dictamen final; la madre lamentó que el perito Paulino Dzib y la perito Karime Medina están enviando informes sobre supuestos trastornos mentales de ella, sin que el primero siquiera la haya entrevistado, “que es el informe médico que más pesa, jamás me ha entrevistado, ni siquiera tengo el gusto de conocer al señor”.
El 26 de marzo, la última vez que vio a su hijo, al encontrarse que tenía golpes, “decido no regresarlo, primero acudí a la Fiscalía y se le hace un examen legista”, dadas las circunstancias, tomó la decisión de no regresar a su niño con su padre, pues no quería entregarlo a ese espacio de violencia.
“Y es cuando la autoridad no se pone de nuestro lado, más bien del menor, porque no es lo que yo quiero, es mi hijo al que necesitamos cuidar; se me obliga a regresarlo y desde entonces me ponen orden de restricción para no verlo, no hablar y no poderme comunicar con él, ni directa, ni indirectamente”.
Ahora, a poco más de un mes sin saber nada de su hijo, “hoy me encuentro en la audiencia final, después de esta audiencia es ya la sentencia” y teme que no será favorable para el menor; “espero que nuestra juez pueda darse cuenta de las inconsistencias que ha habido por la contraparte y todo sea a favor del menor”.
Actualmente, es el padre quien permanece con el menor, pues con él se encontraba cuando el proceso legal inició; la custodia es provisional y es precisamente para determinar la definitiva que este juicio tiene lugar.
Con el panorama de lo que ella misma ha vivido, hizo un llamado a las autoridades para atender los casos en pleno conocimiento de lo que ocurre, pues actualmente ocurren arbitrariedades que afectan a niñas, niños y madres.
“Hay muchos casos similares, pedimos que las autoridades comiencen a investigar y a ver que esta parte deje de ser corrupta”, enfatizó que la lucha no es por bienes inmuebles o animales, sino por salvaguardar la vida de las y los niños.
Para las madres que están viviendo una situación parecida a la suya, envía un mensaje fuerte y claro “no están solas, nosotras estamos aquí para apoyarlas para que todo sea a favor de las y los menores”.