Género y Derechos Humanos

Empresas extractivistas amenazan el territorio; las mujeres en defensa de la tierra

El gobierno, los megaproyectos, el poder corporativo que depreda el territorio y el crimen organizado han generado, también, procesos de resistencia de los pueblos, donde las mujeres defensoras son las más amenazadas. Por ello, en Mérida se presentó la Guía Práctica de Seguridad Comunitaria para Mujeres Defensoras de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Por David Rico

Nota a transformar:

Mérida, Yucatán, 24 mayo de 2025. Además del gobierno y los megaproyectos, las grandes empresas extractivistas que deprendan el territorio y el medio ambiente, generan violencia, particularmente contra las mujeres que defienden la tierra y sus derechos, destacaron especialistas durante la presentación la Guía Práctica de Seguridad Comunitaria para Mujeres Defensoras de Derechos Económicos,  Sociales y Culturales, presentada por el Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC) en conjunto con el Centro de Derechos Humanos Utsil Kuxtal.

Por lo anterior, resulta relevante que se han registrado al menos 131 agresiones contra personas defensoras del medio ambiente en la Península de Yucatán entre 2012 y 2023, buena parte de ellas dirigidas en contra de mujeres.

En 2024, se documentaron 94 eventos de agresión y 25 agresiones letales en México en contra de personas defensoras. En la Península de Yucatán, según datos del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) se registraron 11 eventos de agresión, de los cuales 4 ocurrieron en Yucatán.

En el evento llevado a cabo en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS) de la UNAM, algo que resultó relevante en la presentación del documento es el papel que juegan las grandes empresas como generadoras de violencia, porque a menudo se habla de los megaproyectos o del gobierno, pero el poder corporativo es un elemento fundamental en este contexto de violencia.

Alejandra Ancheita, directora ejecutiva de ProDESC, dijo que actualmente en el país existe una crisis por el modelo de sobre explotación y que afecta fuertemente e las comunidades. Crece en este escenario la demanda por recursos y crecen también las tensiones, porque a la par del extractivismo también surgen proceso de resistencia por parte de las comunidades afectadas, que, por ende, enfrentan altos niveles de violencia.

Hizo notar que casi siempre en la discusión de los procesos de defensa del territorio, siempre se haba de las omisiones del Gobierno, pero no se habla de las empresas, del poder corporativo que cada vez está más presente en este modelo de desarrollo que no toma en cuenta a las comunidades y se basa en la sobre explotación de los recursos naturales.

Por ello, dijo que resistir es oponerse al poder corporativo y al poder del crimen organizado, lo que genera patrones de riesgo, como que las mujeres defensoras del territorio son cuestionadas, estigmatizadas y deslegitimadas, con continuas campañas de difamación que crean un ambiente de hostilidad pública.

Además, cunado se dan estos procesos de resistencia, las empresas crean estrategias de “divide y vencerás” con apoyos a la comunidad y pintando a las defensoras como enemigas del progreso.

También, aumenta la violencia, las amenazas de muerte, la vigilancia ilegal, el hostigamiento judicial.

En general, dijo, las mujeres defensoras enfrentan más riesgos por ser mujeres pues, de hecho, la primera amenaza que reciben es la de que serán violadas. “Es constante la amenaza de violencia sexual y la exclusión de los espacios de decisión”, expuso.

Jorge Fernández Mendiburu, del Centro de Derechos Humanos Utsil Kuxtal, expuso que los proyectos extractivistas han generado una reconfiguración social que a su vez ha generado un incremento en las luchas de las comunidades en defensa de su territorio.

En general, dijo, el panorama en la Península de Yucatán es complejo porque van en aumento los megaproyectos como el Tren Maya, la ampliación del Puerto de Altura, además de que habrá más proyectos que lleguen de inversión que tendrán impacto en las comunidades.

Sin embargo, dijo que a la par de que crecen los procesos de resistencia también crecen los procesos de hostilidad y por ello la importancia de contar con herramientas para la defensa del territorio.

La activista Leydy Pech, de Hopelchén, Campeche, habló de su experiencia en la defensa de las abejas y de la tierra, y expuso que uno de los retos principales es romper con los roles de género que sistemáticamente busca excluir a las mujeres de la toma de decisiones.

Dijo que mucho se habla de que ha disminuido la violencia contra las mujeres, pero no es así, porque en el contexto de las comunidades y de la defensa del territorio y del medio ambiente no es así, al contrario, se ha agudizado. Por ello, dijo, es imprescindible organizarse.

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