Estudiantes de la UTP desarrollan huertos inteligentes para mejorar el cultivo de jícama
Con financiamiento de la Secihti, alumnos desarrollan un sistema que monitorea el crecimiento y las necesidades del cultivo.
Por David Rico
Mérida, Yucatán, a 06 de noviembre de 2025.- Estudiantes de la Universidad Tecnológica del Poniente (UTP) desarrollan un proyecto de investigación que permitirá monitorear, mediante huertos inteligentes, el desarrollo de los cultivos de jícama, una iniciativa que busca generar un impacto positivo en los productores de la región, informó el rector de la institución, Rafael Chan Magaña.
El rector explicó que actualmente la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) respalda tres proyectos de investigación en la universidad, uno de los cuales se centra en el cultivo de jícama, considerado uno de los más relevantes en la zona poniente del estado.
“Los alumnos desarrollaron un tipo de huerto inteligente, en el que, a través de sensores, podrán ir monitoreando cómo va creciendo la jícama, si se desarrolla, si tiene la suficiente agua, lo que le haga falta”, detalló Chan Magaña.
El proyecto está diseñado para desarrollarse a lo largo de dos años, y la meta es que, una vez concluida la etapa de investigación en la universidad, los resultados puedan aplicarse directamente en los campos de cultivo, con el fin de fortalecer la producción local.
“Hay muchas cosas del cultivo de la jícama que se han aprendido con el paso de los años, de generación en generación, pero ahora lo que se trata es de poner eso y otras nuevas tecnologías en un proceso de innovación científica”, señaló.
De acuerdo con el rector, este tipo de proyectos refleja el papel clave de las nuevas generaciones en el aprovechamiento de la tecnología para mejorar los procesos agrícolas y reducir el riesgo de pérdida de cosechas.
“Va a ser de gran ayuda para la región, y una vez que se terminen estos proyectos se llevarán a campo”, agregó.
Chan Magaña destacó además el respaldo de la Secihti, al subrayar que estas investigaciones suelen requerir recursos que las universidades no siempre pueden cubrir. “El apoyo que ha dado la Secihti al proyecto es de gran importancia porque este tipo de investigaciones tienen un costo que a veces la universidad no puede costear, pero en este caso se estará trabajando dos años para ver resultados positivos”, puntualizó.
