Cultura

La resistencia de existir, una mirada desde Cinema Queer México

Por Cecilia Abreu

“Nos emociona mucho tener la posibilidad de convertirnos en un espacio seguro y que todas las personas que nos acompañen se sientan bienvenidas, se sientan aceptadas y vistas; entonces, nos interesa mucho escuchar todos los puntos de vista que tengan que compartir […] Vemos la posibilidad de seguir reflexionando en comunidad y eso nos parece muy importante, seguir ocupando estos espacios, seguirnos encontrando y reflexionando alrededor de lo que veamos en la pantalla”.

Lourdes Gil Alvaradejo, directora del Cinema Queer México

Cinema Queer México tendrá su quinta edición del 8 al 30 de septiembre con presencia en Ciudad de México, Morelia, Querétaro y Mérida, con el objetivo de abrir espacio a la diversidad en la pantalla grande, pero también un lugar para dialogar y reflexionar entorno a las proyecciones en un ambiente diverso.

Lourdes Gil Alvaradejo, directora del Cinema Queer México, en rueda de prensa, informó que este encuentro no solamente tratará de una proyección de películas, sino que también contará con actividades y conversaciones que las acompañen para reflexionar, ya que son conscientes de que las personas quieren acercarse y conocer estas historias, pero sobre todo viven la necesidad de expresarse.

Por eso, luego de mirar los materiales, abrirán espacios de preguntas y respuestas con las y los realizadores, así como también ofrecerán charlas con organizaciones para abrir estos espacios de diálogo, ofreciendo también por primera vez un taller de apreciación cinematográfica con perspectiva queer como parte del festival: La resistencia de existir: mirada queer contra el cine hegemónico, en Ciudad de México y Querétaro.

Este año, explicó, decidieron llevar el programa a diferentes ciudades para acercar el espacio a otras personas, pero también para crear la oportunidad de relacionarse con ellas y conocer sus contextos, reconociendo que esto es importante para el sector y la comunidad.

Cinema Queer México, es la oprotunidad de crear espacios influyentes con narrativas que apoyen y ayuden a las comunidades que mal llaman minoría, para que encuentren en el cine una forma de identificarse y reivindicarse, opinó Lola Díaz González, representante del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE).

Con el cine, apuntó, pueden visibilizar y contar historias sobre los desafíos que tiene la comunidad LGBT+ (y otras) de forma diversa y digna. “El cine es un gran vehículo para poder contar estas historias”.

La Fundación Heinrich-Boll, parte de este programa, tiene el objetivo de trabajar la democracia de género combinando acciones ambientales con otros movimientos en pro de los derechos humanos como el movimiento feminista; por eso, Jenny Zapata, su representante, expuso que en este festival, esperan impulsar una sociedad solidaria con espacios de libertad para crear de forma conjunta y autodeterminada, mirando hacia el futuro para todas las personas.

Las relaciones de género deben ser libres de dependencia y dominación”, reconoció, mirando que a través del cine pueden contribuir con la democracia de género, es decir, la representatividad de la diversidad en este ámbito llevando hasta una discusión abierta y participación política.

Dana Albicker Mendiola, representante de Laboratorio de lo Invisible y directora del Cortometraje Subamos Juntas la Montaña mira que es muy importante descentralizar la exhibición, pues desde las ciudades que no están al centro no siempre tienen el mismo acceso al cine y “estos festivales van generando esta descentralización y apoderándose de un montón de espacios que para la gente ya son propios”.

La directora del corto, contó que en Subamos Juntas la Montaña, verán a una mujer trans con hipoacusia que vive una lucha contra la transfobia, especialmente dentro del feminismo, “es contada en primera persona, la forma del documental explora un poco la idea de acompañarnos, no tutelar a las personas con discapacidad, no ser asistencialistas”.

Con una historia de acompañamiento para subir juntas, esta historia forma parte de la resistencia de existir para autonombrarse. Este corto es proyectado en español y lengua de señas, además cuenta con subtítulos para la comunidad sorda.

“La lucha de caro tiene también que ver con apropiarse de esa lengua (de señas), cómo fue considerada en su vida, cómo hizo su transición… Y ella es una persona muy potente y si van a las funciones ella estará presente para contar un poco de su historia”.

En Mérida el festival estará presente del 16 al 20 de septiembre, en la Ciudad de México del 8 al 14 de septiembre, en Morelia del  16 al 19, en Querétaro del 22 al 27 y en FilminLatino del 26 al 30. Para conocer el programa completo puedes entrar aquí.

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