Los mayas deben continuar la herencia cultural; contra la homogenización, globalización y la turistificación
El doctor Fidencio Briceño Chel recibió hoy la Medalla Eligio Ancona de manos del gobernador Joaquín Díaz Mena. El antropólogo y lingüista maya recibió el reconocimiento “en memoria de las mujeres y hombres mayas que han defendido nuestra mayanidad, como quienes lucharon durante la guerra de castas, guerra social maya o gran batalla, pues en su centenario se instituyó este premio en 1947”.
Por David Rico
Mérida, Yucatán, 17 junio de 2025.- El Salón de la Historia de Palacio de Gobierno y la pintura El Suplicio de Jacinto Canek del pintor Fernando Castro Pacheco, fueron testigos de la entrega de la Medalla Eligio Ancona al destacado antropólogo y lingüista maya, Fidencio Briceño Chel, en reconocimiento a una larga trayectoria profesional de más d4 40 años y de defensa a la lengua y cultura maya.
Fue el gobernador Joaquín Díaz Mena quien puso la medalla en el cuello del recipiendario y entregó el reconocimiento respectivo, en una ceremonia que se llevó a cabo en maya y en español, dando así un homenaje “a una figura que ha dejado huella profunda en la vida cultural y científica del estado”.

Dijo que la entrega de la medalla no es un reconocimiento individual, sino una afirmación colectiva del valor que Yucatán le otorga al conocimiento, a la pasión humanista y la pasión por transformar nuestra realidad desde las ideas.
“Hoy rendimos homenaje a un hombre que ha dedicado su vida al estudio de la lengua y la cultura y el pensamiento maya; su trabajo como investigador, lingüística y promotor del conocimiento ancestral ha sido fundamental parea preservar y revitalizar una de las raíces más profundas de nuestra identidad”.

Expuso que Fidencio Briceño ha contribuido de manera sustantiva a que las nuevas generaciones se reconozcan en la lengua y pensamiento de los abuelos; su labor representa lo mejor de nuestra tierra, el encuentro profundo entre la tradición, la ciencia el pasado y el futuro”.
Por su parte, Briceño Chel destacó que hoy existe la oportunidad inmejorable “para fortalecer nuestra cultura, nuestra lengua, nuestra identidad y crear una nueva historia para nuestro gran pueblo maya”.

“Hoy los mayas tenemos la obligación de dar continuidad a la herencia cultural, simiente de nuestra identidad, para no ser devorados por la atracción de la homogenización, la globalización y/o la turistificación de nuestra cultura”.
Recordó que hoy en Sedeculta regresó a la institución donde se inició como, oficial de servicios (es decir, barrendero, y en la que hoy tiene la consigna, “de demostrar que los mayas somos más que simples piedras, que somos mayas vivos, que podemos construir una nueva historia donde podamos disfrutar de nuestra mayanidad”.

Sin embargo, dijo que, debido a la falta de interés, discriminación, estigmatización y demás formas de demeritar quienes somos, corremos el riesgo de que, si no se transmite la lengua y la cultura, en dos generaciones, habremos perdido lo que somos.
Expuso que desde el Centro INAH Yucatán impulsó un modelo de investigación que debe ser crucial para generar nuevas políticas públicas, la antropología y la lingüística aplicada. De lo que falta pro hacer, enumeró nueve puntos:

Fortalecimiento de la identidad a través de un cambio de actitud hacia lo que somos, una cultura maya viva; Refuncionalización de la lengua maya, abriendo espacios para su uso y disfrute y restituyendo los espacios perdidos debido a múltiples factores adversos; Enseñanza de la lengua y la cultura maya de manera obligatoria en espacios educativos debido a la falta de transmisión intergeneracional en los espacios comunes y comunitarios.
Buscar la patrimonialización de los elementos representativos de la cultura maya para su (Re)valoración; Crear leyes acordes para la protección y salvaguarda de la cultura; Otorgar los recursos suficientes para la investigación, la promoción y la enseñanza de los aspectos más importantes y representativos de la cultura maya; Diseñar estrategias para que los medios masivos de comunicación hagan su papel con pertinencia lingüística y cultural y sean un verdadero factor de cambio para la revaloración de la cultura maya.

Actualizar y redimensionar las diferentes leyes que protegen la lengua y la cultura mayas para su aplicación; y Fortalecer las instancias existentes para que cumplan con su función a favor de la lengua y la cultura mayas.
Agradeció a su madre (Amada Chel Uicab), a su padre (José Briceño Naal), esposa e hija, Rebeca Ysabel e Itsel Yamil, a sus abuelas (Encarnación Naal y Aurelia Uicab), al gobernador del Estado y demás funcionarios de la UADY, por ejemplo, pero dijo que recibió el reconocimiento en la memoria de las mujeres y hombres mayas que han defendido nuestra mayanidad, como quienes lucharon durante la guerra de castas, guerra social maya o gran batalla, pues en su centenario se instituyó este premio en 1947.
Recordó, en especial, a su abuelo Antonio Briceño Sarabia que le enseñó para disipar la discriminación recibida en su momento por hablar maya y no dominar el español en mi niñez, idea que me sirve de inspiración en mi quehacer, con la frase: “No es vergonzoso hablar maya, es vergonzoso no hablarla”.