Ser detective para saber si venden “gato por liebre” en pescaderías
La agrupación Oceana México convocó a la gente en Mérida y Ciudad de México a sumarse para descubrir si en las pescaderías, en el súper, o en restaurantes, venden #GatoXLiebre. Se ha documentado que en estos lugares el 36.3 por ciento de las veces se entrega una especie diferente a la que se compra y con un costo mucho menor al que se paga.
Por David Rico
Mérida, Yucatán, 18 noviembre de 2021.- En su estudio “#GatoXLiebre 2.0. Fraude y sustitución en la comida del mar”, la agrupación Oceana documentó que cuando compramos pescados en pescaderías o restaurantes, una de cada tres veces fuimos engañados, recibiendo producto hasta 700 por ciento más barato de lo que se pagó.
Ocena, considerada la mayor organización internacional dedicada exclusivamente a la conservación de los océanos, convocó a participar en una nueva investigación, donde la gente puede ser detective y enviar muestras de pescado, para ver si se sigue engañando a la población. Solo hay que inscribirse y envían un “kit de detective del fraude”.
La convocatoria es para gente de la Ciudad de México y de Mérida. La ciudadanía que participe solo tiene que recibir el kit, tomar una muestra del pescado que compres en restaurantes, pescaderías o supermercados y programar la recolección de la muestra para que Oceana la analice en un laboratorio.
“Los resultados de esta investigación nos ayudarán a demostrar a las autoridades que la sustitución de especies ocurre con frecuencia, y amenaza la riqueza de nuestros mares. Por eso necesitamos una política de trazabilidad que nos dé información sobre el origen y el camino que recorre cada pescado antes de llegar a nuestras mesas”, indica en la convocatoria.
En la segunda entrega del estudio #GatoXLiebre, la investigación arrojó que en el 36.3 por ciento de las veces que se compra pescado en Mérida somos engañados, ya sean pescaderías o restaurantes, pues se entrega un producto mucho más barato al precio que se pagó y de una especie que no corresponde a lo comprado.
En dicho estudio se tomaron 197 muestras de ADN, entre agosto a noviembre del 2020, de las 66 en Tijuana y Ensenada, 65 en Guadalajara y 66 en Mérida.
En el 44 por ciento de los casos hay engaño, lo que quiere decir que casi la mitad de las veces al comprador le dieron “gato por liebre”. La sustitución promedio fue del 49 por ciento en pescaderías y 38 por ciento en restaurantes.
El documento señala que con esta sustitución la gente está pagando altos precios por especies de muy bajo valor comercial, como la basa, especie que generalmente se importa de China y Vietnam. En ocasiones la diferencia de precio entre la especie sustituida y la sustituta llegó a ser de 700 por ciento.
En el caso específico de Mérida, se encontró que “el 36.3 por ciento de las ocasiones que compramos pescado, fuimos engañados. A pesar de ser la ciudad con menor sustitución, sigue siendo un porcentaje preocupante, ya que esto implica que más de 1 de cada 3 productos muestreados fueron sustituidos”.
El producto con mayor sustitución fue el esmedregal. También hay altos porcentajes de sustitución en otras especies de gran importancia local como el chac-chi y el mero. Estos fueron sustituidos, en algunas ocasiones, por especies como la basa, la cual es una especie de importación.
En el caso del esmedregal, fue sustituido en el 75 por ciento de las veces; el chac chi, en el 67 por ciento de los casos; el mero fue sustituido en el 48 por ciento de las ocasiones; y hablando de la curvina se sustituyó el 25 por ciento de los casos.
El mayor engaño en Mérida se da en pescaderías, donde la sustitución alcanzó el 55 por ciento, mientras en restaurantes el porcentaje fue del 27 por ciento.
