¿Y quién cuida a las personas que cuidan a otras?
Alrededor del 70 por ciento de las personas que cuidan a adultos mayores son mujeres, una labor de cuidadoras no profesionales que por extensión se les ha asignado. Además, son personas de más de 50 años y aquí la pregunta es ¿quién cuida a las personas que cuidan?
Por Líneas Emergentes
Mérida, Yucatán, 05 noviembre de 2024.- La mayoría de personas que necesitan cuidados, particularmente los adultos mayores, reciben atención y cuidados de mujeres, aquellas a las que por extensión se les asigna esta labor, pero también son personas de más de 50 años cuidando a otras.
La pregunta necesaria es ¿quién cuida a las personas que cuidan? En este contexto es que surge la agrupación“ Cuida-te con Amor”, que reúne periódicamente a personas cuidadoras no profesionales, en su mayoría mujeres, que dedican parte de su vida a cuidar a otras personas, como son adultos mayores.
Verónica Morales, quien creó este proyecto narró que lo que muchas veces sucede, o casi siempre, es que nadie enseña la labor de cuidador no profesional, sino que se ejerce porque así debe ser, porque es familia, porque es mujer, porque hace falta. Por ello, asegura que se necesita dignificar la labor, el empoderamiento y también capacitación.
En Cuida-te con Amor llevan a cabo un desayuno periódicamente para compartir experiencias, además de recibir información por parte de profesionales (neurólogos, tanatólogos, neurólogos, etc.) acerca del cuidado de las personas.
También cuentan con un grupo de WhatsApp donde comparten información sobre talleres, eventos, capacitación en línea o presencial, siempre enfocados al tema del cuidado.
El objetivo principal es atender al cuidador o la persona cuidadora, es decir, no tanto en la persona que se cuida, porque se trata de empoderar a la persona que se dedica al cuidado porque a veces nadie se preocupa de su salud, de cómo se siente, etc.
Expuso que se trata de dar visibilidad al cuidador y trabajan en tres líneas de acción. La primera es el empoderamiento, porque es necesario que la persona que cuida sepa que no está sola, que hay otros y otras que son sus pares y pueden compartir experiencias, consejos, dar apoyo en general.
Otro tema es dignificar el trabajo, porque si bien cualquiera lo puede hacer es necesario tener aptitudes, habilidades, tiempo, esfuerzo.
“A veces la gente cree que el cuidador es Superman, cuando también viven desgaste, frustración, molestia, necesidades. Se debe comprender que se trata de un trabajo y como tal se debe reconocer”, expuso.
En tercer lugar, opinó que este trabajo se debe formalizar, es decir, que por un lado se tenga la capacitación suficiente, en temas como enfermería, tanatología, nutrición y otros, pero también que se pueda remunerar.
A la fecha, expuso, esta comunidad es de unas 120 personas que son cuidadoras no profesionales, la mayoría mujeres, alrededor del 70 por ciento, y todos mayores de 50 años.
“Hablamos del pariente, el hijo, el familiar, la mujer, la esposa. El 70 por ciento de los cuidadores son mujeres que se les dan las competencias del cuidado y se busca empoderar a las mujeres que puedan decir no, si así lo quieren, y que si deciden hacerlo tengan certificados, competencias, incluso que cobren por sus servicios”, expuso.