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Denuncian a familia de estafadores en Mérida, alertan a la población y piden justicia

25 son las personas afectadas que han contado sus casos por medio de una página web, misma que crearon para evitar que más gente caiga en las estafas de la familia Pavía; en entrevista para Líneas Emergentes, cuatro de estas personas levantaron la voz para visibilizar sus casos y exigir justicia, ya que han denunciado y continúan esperando acciones.

Una de ellas, expuso que desde 2019, cuando su familia llegó a vivir a Mérida compraron una casa que requería muchos arreglos y, tras dejarle mal por diferentes trabajadores, Irving Molina se presentó a su hogar y le transmitió confianza, pues incluso le dejó un contrato y copia de su Identificación oficial.

Tras darle el anticipo solicitado, supuestamente comenzaron a realizar las labores, pero notó que las paredes estaban chuecas y además no había mayor avance, aunque las semanas seguían pasando; poco a poco, el supuesto ingeniero, Irving, dejó de presentarse a su casa junto con los trabajadores y cada vez respondía menos los mensajes.

Es entonces que todo comienza a parecerle más sospechoso y googlea su nombre, “me di cuenta que tenía demandas mercantiles”, llevó su investigación más a fondo hasta descubrir que también el papá del joven tenía demandas; “lo confronté y le dije ‘ya sé que te dedicas a esto, quiero mi dinero o quiero el trabajo, sino voy a proceder’”.

Luego de esto, el acusado, asegura, no negó las acusaciones “simplemente pedía más tiempo y daba pretextos”; en esas fechas comenzó la pandemia y cuando acudieron a la Profeco le dijeron que Irving ya tenía varias quejas, pero les levantaron la queja con el expediente PFC.YUC.B.3/0022002-2019; en la Fiscalía, apunta, ocurrió lo mismo, pues le dijeron que levantarían la querella, pero que no procedería, pues el joven ya tenía varias denuncias.

La víctima de la estafa lamenta que perdió alrededor de 136 mil pesos, pero al denunciarlo el joven únicamente mandó a su abogado para ofrecer pagarle 30 mil en varios pagos, cosa que no aceptó; en aquel momento confiaba en obtener justicia, sin embargo, hasta la fecha eso no ha ocurrido.

“Tuve que volver a reconstruir mi casa”, a tres años de lo ocurrido y la lucha que enfrenta junto con otras familias afectadas, pide que las autoridades tomen cartas en el asunto para resolver esta situación, pues desde antes de llegar escuchó con frecuencia el “en Yucatán no pasa nada” y ahora opina que sí pasa y lo que no pasa es que las autoridades defiendan los derechos de la gente.

Otra de las víctimas, expuso que contrató el servicio de “RemodelArte” para poner ventanas por una ampliación en su hogar, sin embargo, el método fue el mismo, solicitarles un anticipo luego de realizar la toma de medidas y enviarles la cotización; pero cuando comenzó la pandemia les puso como pretexto que, antes de que subiera de precio el material, sería mejor liquidar el servicio y les convenció de pagar los 46 mil pesos que costarían todas las ventanas.

Con pretexto de la pandemia, fue retrasando los trabajos, pero siempre mandaba trabajadores para tomar medidas, diciendo que los había tenido que cambiar porque le robaron, entre otros muchos pretextos; “fueron a tomar medidas a mi casa como 10 veces, 10 diferentes personas”.

El tiempo seguía pasando, pero el trabajo no avanzaba, hasta que le insistieron y le puso solamente las cuatro ventanas más pequeñas; viendo la situación, acudieron a la Fiscalía e interpusieron la demanda que quedó asentada en la carpeta de investigación FR/672/2020, “no ha pasado nada hasta ahora, le han girado citatorios, pero no los recibe o no se presenta”.

Actualmente, su exigencia es que esta persona no continúe afectado a otras personas, por lo cual pide que se le den los años de prisión que sean necesarios por todas las personas que ha estafado.

Pero no solamente se trata de esta persona, pues también otra de las víctimas expuso que familiares del “ingeniero” le propusieron invertir en el lugar al que acudía a hacerse las uñas, Soulmate, en Francisco de Montejo y aceptó, por lo cual compró aires acondicionados, insumos, carteles publicitarios, paneles para exhibir los productos, entre otras cosas que la misma familia comenzó a robarle, a pesar de que no le habían pagado la parte que acordaron por todo lo invertido.

Viendo la situación decidió llevarse sus cosas, pero comenzaron a amenazarlas hasta el punto de llamar a la policía para acusarla de robo mientras desmontaba para llevarse sus materiales, pero en todo momento estuvo dispuesta para acudir a la Fiscalía porque tenía todo lo necesario para comprobar que las cosas le pertenecían y, sabiendo esto, las estafadoras aceptaron frente a la policía y el abogado que la acompañaba que las cosas no eran suyas y las pagarían en cuatro pagos, para los cuales tenían pagarés de 2,500 pesos.

Con dicho acuerdo, para no dejarles el salón sin nada, optó por dejarles los materiales y esperar a que le pagaran, pero cuando llegó el 10 de enero de 2021, cuando debían realizar el primer pago, le dijeron que no pagarían, por lo cual ya emitió la demanda. “Lo que estoy buscando es que la gente sepa quiénes son y qué clase de personas porque toda la familia Pavia Molina se dedican a estafar y tienen el modus operandi y es preocupante que hay demasiada gente afectada”.

La última víctima, del mismo Irving, con la que Líneas Emergentes tuvo contacto, perdió 205 mil pesos en manos de esta familia; dinero que había juntado durante toda una carrera de trabajo docente; su denuncia con carpeta de investigación GD/2432-2020.

En su caso, no conforme con haber solicitado anticipos por las remodelaciones que harían en el domicilio, incluyendo una piscina, dos baños nuevos, la remodelación de otro y una cochera, fue pidiendo más y más dinero alegando que necesitaba comprar el material para continuar con la construcción.

El proceso de construcción comenzó con aparente normalidad, sin embargo, poco a poco fueron sospechando que algo no estaba bien porque les habían prometido finalizar todo entre tres y cuatro meses por un precio de 342 mil pesos; pero nunca vieron avances reales.

En su casa veían que todo el tiempo estaban trabajando, pero en realidad nunca veían que algo en concreto estuviera listo “todo empezaba y nada terminaba”; a pesar de esto, continuaban confiando en su trabajo porque les había prometido que, de no acabar en el tiempo estimado, les devolvería parte de su dinero.

Luego de meses con la misma situación, llegaron a cancelarles la obra en su hogar porque el supuesto ingeniero no había pedido los permisos necesarios, a pesar de que desde antes de iniciar le preguntaron si ya lo había hecho y él les aseguró que no era necesario en su fraccionamiento; a la semana de eso, les suspendieron la construcción por el Ayuntamiento de Mérida.

Tuvo que pagar 5 mil pesos por el permiso para poder continuar con la construcción, luego de esto, le reclamó al presunto estafador por no haber hecho los trámites correspondientes y, tras el coraje tan grande que tuvo, resultó en afecciones a su salud, donde también gastó 10 mil pesos por tener herpes por estrés.

Fue precisamente cuando decidió parar la obra, “a la piscina no le hicieron nada, el baño le pusieron el techo, pero no le pusieron los muebles y toda la conexión estaba mal, el porche no tenía la infraestructura que debía para aguantar el segundo piso”.

Dos meses estuvo parada la obra y el 21 de diciembre de 2021 fue cuando finalmente decidió interponer la denuncia que también implicó otra inversión que hasta el momento no ha surtido efecto, pues contrató un perito certificado para determinar la calidad de la obra que recibió y es de dicho documento de donde asegura que todas las estructuras están mal hechas.

Ahora su única petición es que le devuelvan por lo menos 100 mil pesos de todo lo que invirtió por daños y perjuicios, pero sobre todo que el agresor reciba todo el peso de la Ley, de lo contrario “él se mofa de que nadie le hace nada y dice que sigue trabajando porque nadie le hace nada”.

*Todas las víctimas solicitaron mantenerse en el anonimato.

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