Yucatán: oasis de violencia contra periodistas
La entidad ocupa el segundo lugar nacional de las entidades que más agresiones contra periodistas registraron en 2022, con 50 ataques, y de los que la mayoría son a través de situaciones de acoso y hostigamiento judicial.
En México se documenta un ataque contra la prensa cada 13 horas, de acuerdo con la organización Article 19.
Por Redacción
En su informe anual “Voces contra la indiferencia”, la organización Article 19 documentó en todo el país 696 ataques contra la prensa, siendo el año más violento contra los periodistas, pero en este escenario Yucatán aparece con 50 casos, lo que lo coloca como la segunda entidad con más agresiones a las y los miembros de los medios de comunicación.
Se trata del año más violento, el 2022, desde que la agrupación empezó a documentar los casos de agresiones contra la prensa en 2007. Las cinco entidades federativas con más casos registrados en 2022 fueron la Ciudad de México, Yucatán, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, en ese orden.
Yucatán aparece con un registro de 50 casos de ataques a la prensa, solo después de la Ciudad de México. Los casos en la entidad representan el 7.18% del total en el país.
Destaca además, que de este total de 50 casos, el 68% corresponden a situaciones de acoso y hostigamiento judicial pues en los 12 meses de 2022 Article 19 registró 32 de estos casos contra la prensa, lo que equivale a un promedio de 2.6 procedimientos judiciales, tanto administrativos como penales al mes contra medios de comunicación y periodistas.
De ellos, 15 se trataron por la vía civil (46.88%), nueve por la vía penal (28.13%), cuatro por la vía administrativa y cuatro por procedimientos electorales (1.28%, cada uno).El estado de Yucatán, con nueve casos documentados por Article 19, concentra 28.13% de los procesos de hostigamiento judicial contra la prensa del año 2022.
La agrupación señala que estos números representan “un salto vertiginoso para una entidad que antes de 2019 no había registrado un proceso de este tipo, aunque se reportó un caso en 2020 y tres en 2021”.
De los datos nacionales se desprende que las agresiones más comunes contra periodistas y medios de comunicación fueron: intimidaciones y hostigamientos, con 181 casos (26.01% del total); amenazas, con 151 casos (21.70%), y uso ilegítimo del poder público, con 111 casos (15.95%). Estas tres categorías corresponden a más del 63% del total de ataques documentados en el año.
Dentro de la tipología de la violencia contra periodistas y medios de comunicación, las agresiones letales, el acoso judicial, las amenazas y el estigma preocupan sobremanera, por el efecto cascada que tienen para silenciar al gremio y por el impacto negativo que la censura de quienes informan tiene en el flujo y acceso a la información de la sociedad mexicana.
Se cometieron, además, 12 homicidios de periodistas cometidos en posible vínculo con su labor, además de nueve tentativas de homicidio. Seis de estos hechos ocurrieron con armas de fuego en Oaxaca, Quintana Roo, Zacatecas, Jalisco, Guanajuato, Ciudad de México y uno más en Yucatán.
“Sea por contubernio o por ausencia, lo cierto es que, ante el aumento de la violencia, el Estado mexicano ha sido omiso en la realización de acciones que prevengan este y otros tipos de ataques contra la prensa. Así lo señala la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”, se lee en el informe.
Además, el discurso oficial constantemente niega la realidad de la violencia contra periodistas y medios de comunicación, con afirmaciones como “Se respeta la libertad de expresión”, “Ya no hay corrupción”, “Este gobierno respeta”, “No se va a censurar a nadie”, entre otras. Lo cierto es que, como cada año, los agentes del Estado son los principales agresores contra la prensa.
De los 696 casos documentados, 296 (42.53%) fueron cometidos por ellos, es decir, cuatro de cada diez.
“El clima de hostilidad y latente impunidad genera condiciones de permisividad para que otros actores agredan a la prensa. Por ello, después de funcionarios públicos, son personas sin identificar y particulares quienes violentan con mayor frecuencia a periodistas y medios de comunicación, con 164 y 118 ataques, respectivamente, lo que equivale a 23.56% y 16.95%.
