Al rescate de las abejas meliponas, regalan libros informativos para salvarlas
Por Cecilia Abreu
La Abeja Guardiana es un proyecto de conservación de la especie nativa de la Península de Yucatán, melipona, surgió en el Tecnológico de Mérida desde la licenciatura de Ingeniería Ambiental al identificar diversas problemáticas que la afectan, pues el estudiantado quiere resaltar su importancia y frenar su riesgo de extinción, la agrupación regala libros con información concisa para su cuidado y conservación.
“Únicamente la cultura maya le ha prestado la debida atención: mantiene los ecosistemas, permite la polinización y producción de alimentos, pero enfrentan a retos como la urbanización, los cambios de uso de suelo, la contaminación del agua, la deforestación y destrucción del hábitat, contaminación con pesticidas y agroquímicos”, expuso el doctor Denis Magaña Ortíz, profesor investigador del Tecnológico.
Mirando la situación, apuntó, estudiantes iniciaron este proyecto en pro de la conservación de las abejas y descubrieron que una de las problemáticas es la falta de información al alcance, pues los libros o contenidos disponibles suelen abordarse con un lenguaje técnico o en inglés.
“Nos dimos a la tarea de crear una serie de libros que se dirijan a las personas, a la sociedad en general que le interesa el tema”, de una forma mucho más entretenida, procuran acercar el tema incluyendo material visual que invite a cuidar de estas polinizadoras.
El primer libro que difundieron fue “La Aventura de Meli”, dirigido específicamente a las infancias, fue presentado en el evento “Mérida ciudad de abejas”, ilustrado por la diseñadora gráfica Andrea Pérez; el objetivo era que desde esa etapa puedan conocer la importancia de las abejas y “les encantó muchísimo”, al punto de estar agotado actualmente, ya que incluso iban a escuelas para leer el material.
Fue así como detectaron que aún hay mucho desconocimiento en la población sobre este tema, pues de forma general creen que les picará o, por su color, piensan que son moscas y las matan, “y no permiten la polinización de numerosos árboles”.
Estos libros los ofrecen de forma gratuita a través de su página web para que las personas, con pleno conocimiento, puedan contribuir a proteger a las abejas.
“También detectamos que las abejas son importantes bioindicadores de un ambiente sano, hemos visto que en lugares donde hay una buena cobertura vegetal, uso sostenible (menos uso de materiales de construcción y fumigaciones) hay mayor cantidad de colmenas”.
Debido a esto, cuentan con un plan de monitoreo ambiental, por lo que identifican abejas silvestres para identificar cómo responden a los cambios urbanos y el impacto de los fenómenos climáticos extremos (sequías intensas, golpes de calor, inundaciones); pues aseguró que la presencia (o ausencia) de estas abejas puede indicar si hay o no condiciones adecuadas incluso para los seres humanos.
Este año, la estudiante Marynes Martínez González, durante su residencia, detectó que el manejo actual de las abejas podría impedir la diversidad genética de la especie, “al reproducirse de la misma manera una y otra vez no pueden enfrentar todos estos problemas ambientales, se requiere hacer un plan de conservación que involucre la cruza de las colmenas de diferentes lugares para que haya una mayor resistencia genética y biológica”, el especialista lamentó que el empobrecimiento genético también podría llevarlas a su extinción.