Género y Derechos Humanos

Mujeres sufren violencia…y depresión

Gabriela Cervera, psicóloga de UNASSE, señala que factores como la violencia, la desigualdad que hace que tengan hasta triple jornada laboral, cuestiones físicas como el embarazo, la menstruación, hace que haya más casos de mujeres con depresión, por lo que hay que acudir a tiempo a recibir atención.

Por David Rico

La psicóloga Gabriela Cervera, del equipo de psicología de la Unidad de atención sicológica, sexológica y educativa para el crecimiento personal (UNASSE), expuso que en los casos de depresión hay más incidencia en mujeres, debido a varios factores como la violencia, la desigualdad que hace que las mujeres tengan hasta triple jornada laboral o cuestiones físicas, como la menstruación, embarazo o la menopausia.

En UNASSE, dijo que muchas de las mujeres que llegan con este trastorno o están entrando a ella, parte que es importante porque se está detectando a tiempo y eso habla bien de la prevención, es por casos de violencia, ya sea que terminen una relación violenta o son mujeres con hijos que salen de una relación donde hayan sufrido algún tipo de violencia emocional.

En Yucatán las mujeres son más afectadas por la depresión que los hombres, así lo revelan las cifras de la Secretaría de Salud federal, pues la entidad cerró el año con un incremento del 57.1 por ciento en casos de depresión con respecto al año anterior, con 2 mil 609 casos registrados.

De este número un total de mil 958 casos corresponden a mujeres y 651 a hombres. Además, la cifra de 2 mil 609 casos de 2022 está por encima en un 57 por ciento del número total de casos de depresión con que se cerró 2021, cuando se tuvo un acumulado de 1660.

Del riesgo más grande de la depresión, Gabriela Cervera dijo que es el suicidio, porque este trastorno lleva al aislamiento, que a su vez puede llevar a cometer suicidio, sobre todo en Yucatán que hay una alta incidencia de este fenómeno.

“La depresión lleva mucho al aislamiento, a cometer el cutting, a cortarse, aislarse y algo que lleva a que no se detecte a tiempo es el tabú de la salud mental; no acudir a tiempo con un profesional de la salud mental hace que el trastorno de la depresión u otro no sea detectado a tiempo y evolucione en cuestiones más drásticas y no solo afecte la cuestión emocional, sino la salud física”, expuso.

Por ejemplo, expuso, la depresión genera trastornos alimenticios, del sueño y eso merma la calidad de vida. Por ello la importancia de una detección a tiempo, de un tratamiento adecuado, tanto farmacológico como psicológico van de la mano, pero también el recurso económico cobra relevancia.

“El recibir atención salud mental es caro, más con un particular, y en las brigadas que tiene el Ayuntamiento o el Gobierno es muy pobre, esperas largas y medicamentos no siempre hay y existe al tabú para acudir a un psicólogo o psiquiatra”, indicó.

De cómo se puede detectar la depresión, dijo que se puede considerar cuando el estado de ánimo cambia por más de tres meses, la convivencia que antes se disfrutaba ya no, “me cuesta levantarme de la cama, tengo sueño o insomnio, no me concentro en el trabajo, en la escuela, en la casa, hay pérdida de apetito o atracones de comida, se ha descuidado el aspecto físico, no me quiero ver al espejo, no me quiero baña”.  

Destacó que también es importante la gente que rodea a la persona, que puede detectar la depresión y que muchas veces solo diche “échale ganas”, pero no entienden lo que pasa.

“Lo que sucede es que deja de haber una secreción importante de químicos que nuestro cerebro necesita para que podamos lidiar con nuestro día a día, y dicen un ‘échale ganas, se va pasar’, pero pueden pasar muchos años y ser algo crónico y ser tarde para atender”.

“Cuando detectemos estas señales por más de tres meses, creo que son señales precisas de que algo no anda bien y podemos hablar con alguien cercano que nos escuche, pero que tenga también esta sensibilidad para guiarnos en este proceso”, expuso. 

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